martes, 6 de agosto de 2019

Sugerencias a Pablo Iglesias el Joven


Quim González, un experimentado dirigente sindical que tiene bajo sus espaldas la responsabilidad de centenares de convenios colectivos, ha escrito un lúcido y contundente artículo  que los dirigentes del PSOE y Podemos harían bien en leer detenidamente, lo que excluye hacerlo de esa manera tan pija de en diagonal.  “Inútiles”: http://pilarcefe.blogspot.com/2019/08/inutiles.html.

Una de las primeras consideraciones del trabajo de Quim González es: «cuando se rompe una negociación casi nunca se reinicia con un decíamos ayer, ni en el punto y la hora del día de la ruptura». Está meridianamente claro: al reiniciarse la negociación se está en una fase totalmente diversa. Se lo recordamos a un partido veterano que tiene una experiencia acumulada en negociaciones y a su socio que sigue siendo imberbe en estas cuestiones de la contractualidad, experto en recetarios de cocina pero poco duchos en el manejo de los fogones.

En toda esta historia de las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez, que ha resultado doblemente fallida, me ha dado la impresión de que los dirigentes de Podemos han concebido la operación como si fuera un guión de una serie televisiva. (Se recuerda la afición de Pablo Iglesias el Joven a las series). Pablo Iglesias se sentía guionista, quien por sí mismo se atribuye los poderes de doña Correlación de Fuerzas. De un guionista que ya sabe de antemano porque maneja él sólo los hilos de la trama, el final de la operación. Un guionista, escribidor de recetas culinarias, pero que no se maneja con la pipirrana.

Pongamos un ejemplo. Cuando Pablo Iglesias el Joven declara con desparpajo que quiere estar en el gobierno porque es la única garantía de que se cumpla lo pactado, no es sólo desconfianza lo que trasmite hacia Pedro Sánchez sino que está afirmando indirectamente que éste, el Presidente del Gobierno, es un contenedor de doblez.

Una sugerencia final (a ambos): si queréis negociar se han de poner las condiciones necesarias y suficientes para ello. Sin ninguna variable que, en el fondo, sólo es un guiño a ese amplio sector de perplejos que no quiere la investidura ni la participación en el gobierno. Un guiño que usa un lenguaje que transforma el “hemos negociado” por el “hemos arrancado”. Que usa y abusa Podemos.
  


Post sceptum. La foto de arriba no tiene nada que ver con el texto. Es un homenaje a la familia mataronesa  Puig – Ortega. Alta cocina familiar. 

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