Homenaje a la mezzo soprano belga Rita Gorr (qed)
Se reproduce la entrevista que me hizo El Correo de
Parapanda ayer mismo.
Correo de Parapanda (CP). El otro día usted, en su
blog, le dió un cogotazo al diputado Duran i Lleida… (1)
José Luís López Bulla. Efectivamente, así es. Duran intentó
contraponer el “interés general” con la posible convocatoria de una huelga
contra la putativa reforma laboral que ha sido aprobada por Decreto ley. Como
elemento de choque le recordé que sin el ejercicio de la huelga, él no hubiera sido nunca diputado, y que –a lo
máximo que hubiera llegado— era a Procurador en Cortes. Para un lector
inteligente era claro que me estaba refiriendo a que, sin la acción colectiva
de los trabajadores durante la
Dictadura , no se habrían conseguido las libertades
democráticas.
CP. Pero el interés
general …
JLLB. Algo
realmente chocante en ese diputado que es uno de los más conspicuos y eficaces
representantes de los lobbys
corporativos que, en su discurso, aparecen disfrazados de interés general para
no infundir sospechas. Unos lobbys que
consideran que los derechos son variables dependientes de los mercados. Que
tendencialmente se están convirtiendo en la única fuente de legitimación de las
relaciones sociales: tanto de la acumulación ilimitada como de la máxima
explotación, precarización y desvalorización del trabajo.
CP. Oiga, oiga, son palabras durísimas.
JLLB. Bueno, tres cuartos de lo mismo les dijo el mismísimo
presidente Lyndon Johnson: apóstoles de la codicia. En todo caso, es de cajón que Duran pretende
confrontar su concepción de interés general con el constitucional derecho al
ejercicio de la huelga. Esta es una idea tan interesada como ademocrática. O,
por mejor decir, adscrita a una democracia autoritaria, una categoría a la que
dicho diputado, aunque no sólo él, se ha ido deslizando de manera lábil. Que,
especialmente, se ha reanudado con la aprobación de esta enésima reforma
laboral que permite la socialización de lo arbitrario.
CP. ¿Lo de democracia
autoritaria no es ésta una formulación excesivamente radical?
JLLB. Claro que sí, siempre que se entienda
“radical” como estar en la raíz del argumento. Veamos, esta democracia
deconstruye simultáneamente derechos y las garantías para el ejercicio de los
mismos. Es un elemento más de lo que el prestigioso jurista italiano Luigi
Ferrajoli denomina acertadamente “la deconstitucionalización del sistema”.
CP. Concrete un poco más a qué se refiere, si no le
importa.
JLLB. En primer lugar, lo ya referido anteriormente:
la deconstrucción de los derechos y sus garantías para el ejercicio de los
mismos. ¿Le parece poco? Y, en segundo lugar a la invasión de intervenciones
políticas –tanto del Gobierno como del Parlamento-- en aquellos terrenos que son “indecidibles para
cualquier mayoría”, en ese “coto vedado” del que habló el mismísimo Norberto
Bobbio. Esto es, quién no puede
decidir y qué cosa no debe decidirse.
Porque todas las instituciones tienen vínculos y limitaciones constitucionales.
Hablando en plata: hay un territorio donde ni siquiera el Parlamento está
autorizado a intervenir. Y no me dirá usted que Bobbio era un extremista.
De ahí que ahora cobre más valor la declaración de
los juristas europeos reunidos en Canarias en noviembre de 2008 cuando exigían
“la necesidad de que Europa vuelva a sus valores constitutivos. Y, por tanto,
la necesidad de readecuar nuestras instituciones jurídicas a los valores
democráticos íntegros; esta es la mejor manera de consolidar la cohesión social
y de luchar contra las desigualdades que han conducido al crack del sistema” (2).
Nótese que estas personalidades hablan de “valores democráticos íntegros”.
CP. Entonces …
JLLB. Entonces, aparece claro que el intento de
contraponer la huelga al interés
general no sólo es abusivo sino un exponente diáfano de la democracia
autoritaria.
CP. Podría hablarse de un conflicto de intereses
entre Duran y …
JLLB. Yo veo las cosas de otra manera: yo no creo
que pueda hablarse de un conflicto de intereses, sino de una abierta e
indisimulada primacía de los intereses privados que defienden el diputado Duran
y el Partido Popular sobre los intereses públicos que representan los derechos,
esos bienes democráticos, que forman parte de los “valores democráticos
íntegros”.
CP. Me imagino que lo dicho forma parte de la charla
que usted dará dentro de un rato en el Círculo Cultural Schumpeter …
JLLB. Sí, pero antes echaré cigarrito porque ahí
dentro no dejan fumar, ¿tiene usted
candela?
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