domingo, 16 de enero de 2011

UNA PROPUESTA PARA LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA



Esperemos que la urgente reforma de la negociación colectiva que al parecer está en la perspectiva inmediata procure los mejores resultados. El asunto es lo suficientemente importante porque trata de la actividad más substancial del sindicalismo confederal. De ahí la necesidad de que los negociadores establezcan un itinerario lo suficientemente discutido con todas las estructuras sindicales. Y aprovechando que el río Genil atraviesa de norte a sur la ciudad de Parapanda aprovecho la ocasión para introducir una propuesta. La que viene a continuación.


Me parece necesario que los sindicatos establezcan un protocolo propio que regule las maneras de abordar el desacuerdo a la hora de firmar o no el convenio en cuestión. Se trata de enfatizar las soluciones unitarias, pero cuando éstas –en tal o cual ámbito-- no son posibles habría que proponer que un instituto sindical formado por ambas organizaciones, de ámbito “superior”, medie infatigable e inteligentemente porque no se produzca un descuelgue unilateral. El “dictamen” de dicho instituto tendría un valor de indicación. Lo que, de momento, sería un paso.

Como puede verse, no se trata de laminar ni matizar la autonomía de los sujetos que negocian que, en último término, serían soberanos –tras el dictamen-- de hacer lo que consideren más apropiado. Simplemente se trata de una cautela en esa búsqueda de evitar lo que, en otras ocasiones (recientes o no) acaba convirtiéndose en una “guerra entre pobres”.



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