viernes, 1 de julio de 2022

Un pacto de rentas

Hace meses en este mimo blog un servidor planteaba la necesidad de un pacto de rentas como un elemento más de la lucha contra los efectos de la pandemia. Y fue precisamente en Sevilla en una de las sedes de Comisiones Obreras, días después de la aprobación en el Parlamento de la reforma laboral, cuando me esforcé en explicar las razones que justificaban mi propuesta. Eduardo Saborido y Paquito Acosta con quienes compartí micrófono, son testigos de ello.  Se trataba sobre todo, de aprovechar el clima pactista que había llevado a la firma de la nueva reforma.

Hoy la situación ha empeorado: la guerra de Putin está provocando una crisis de envergadura; y comoquiera que no hay viso de ver la salida de la guerra, tenemos la inflación por las nubes: la de hoy más alta que la de ayer y menos que la de mañana. Las medidas del gobierno son oportunas, pero como no puede ser de otra manera sólo son paliativas. Así las cosas, parece necesario un potente artefacto sociopolítico capaz de hacer frente a ese cohete de la inflación.

Leo que la patronal catalana, Foment, presidida por Josep Sánchez Llibre, «urge al Gobierno a propiciar un gran pacto de rentas contra la crisis». Sea, como diría Carles Navales, sindicalista desde el calcañar hasta el colodrillo.

Un primer requisito de esa concertación sería que ´las partes´ --Gobierno, sindicatos y patronal--  compartieran el diagnóstico, porque si unos dicen pitos, otros flautas y los demás roscos de Loja no habrá negociación y si la hay resultaría un amasijo de incoherencias: pura chasca que diríamos en la Vega.

Pacto significa llegar a un acuerdo que deje claro qué ponen unos y qué ponen los demás. O lo que es lo mismo: si los trabajadores ponen su parte (preferentemente los salarios), las contrapartes deben de colocar encima de la mesa algo tan concreto para ellos como los salarios lo son para los trabajadores.

Quede claro: este artefacto, dada la gravedad  de la situación, tendría necesariamente un carácter defensivo. Porque, no hace falta decirlo, la cosa no pinta bien.  

 

Nota bene. Atención al post de Paco Rodríguez de Lecea en NO IMPORTA TANTO LA PORCIÓN COMO LA TARTA MISMA

 

No hay comentarios: