miércoles, 16 de febrero de 2022

¿Qué ha pasado en los campos de Castilla?


 

Los analistas más templados de la prensa española coinciden en el análisis de los resultados de las recientes elecciones de las tierras de Alvargonzález. Se trata de una situación  paradójica: el Partido Popular, vencedor de estos comicios, ha sufrido un fiasco de tomo y lomo, ahora es rehén de Vox. Lo tiene atrapado por el escroto, la garganta y el dedo gordo del pie derecho. (La taberna en manos de la caverna).  Y, a partir de ahí, dichos comentaristas se extienden en toda una serie de consideraciones de la mayor importancia: ¿pactará la taberna con la caverna? ¿Dará Casado la definitiva carta de naturaleza a Vox para que entre en las instituciones? De momento lo único que hay es la verborragia pepera para ir avisando al personal.

Este análisis de los comentaristas políticos entra en el fondo de la cuestión política general. Lo comparto. Ahora bien, a la izquierda le viene como anillo al dedo porque no sitúa los motivos del descalabro de la izquierda. Estoy por apostar con quien sea que este será el argumento central del PSOE y de la coalición Podemos—Izquierda Unida; el argumento central y único. El empirismo manda: nunca las fuerzas políticas –y por extensión las izquierdas--  han analizado los estropicios que han sufrido. Siempre han salido por peteneras. Y me parece cansino y repetitivo plantear que si no se analizan las cosas a fondo irán de hecatombe en hecatombe hasta el juicio final.

¿Qué han hecho –o no han hecho— las izquierdas en la tierra de Alvargonzález para, después de una labor fecunda en la esfera económica y social por el gobierno Sánchez, hayan sufrido tal descalabro? Más todavía: Vox responde a toda una serie de fenómenos que azotan Europa y el mundo occidental, pero qué rasgo propio, qué especificidad tiene esa caverna en España? No vale decir tópicos, por eso me callo. Pero alguien –desde la política, desde la izquierda--  debe arriesgarse a proponer, si no una foto, al menos un daguerrotipo de tan inmensa patología.

Bastante tengo yo con mis alifafes.

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