martes, 20 de agosto de 2013

LOS CACHORROS DEL PARTIDO POPULAR

Creo que no se está prestando la debida atención a toda una serie de comportamientos de responsables políticos de la filial del Partido Popular, las Nuevas Generaciones. Posiblemente la timorata idea de que no hay que extrapolar las cosas impide que se entre a fondo en ciertas situaciones que me parecen de la mayor importancia.

Por ejemplo, un jefe de las NN.GG. saluda con el brazo en alto, y para dejar constancia de su no improvisación se hace una foto; otro, no queriendo ser menos que su cofrade llama «moro de mierda» a un marroquí; y, para no discriminar a nadie (ni sentirse ninguneada) una mozuela se fotografía ante una bandera preconstitucional. Llamativa es (por no decir otra cosa) la reacción de un alto cargo institucional del PP llamando chiquilladas a todo ello. Ni la más mínima desautorización, tan sólo «chiquilladas». Es decir, todo se ha reducido a un acné juvenil. Ni tan siquiera llamar a esas camadas al disimulo. Por cierto, ¿alguien llamó la atención, desde las filas de Alianza Popular, a los jóvenes José María Aznar y a Francisco Pérez de los Cobos cuando hicieron trizas un ejemplar de la Constitución Española cuando les salían pelillos en la barbilla? No, padre.

No salir al paso, desde dentro y fuera del PP, a tales comportamientos (que expresan una concreta forma de ser) invita a la generalización de dichas actitudes, a la extensión de esa simbología y su posterior consolidación. Con las repercusiones que ello podría tener cuando estas camadas de lobeznos dirijan el Partido popular, una vez desaparecido el acné juvenil. Porque estas son las levas que después gestionarán esa organización.

Pero no cabe esperar elementos de corrección por parte de los mayores. El ejemplo de éstos es lo que, mayormente, les incita y acucia. Se diría, además, que es una guerra de posiciones entre estos sectores ultras para generar unas concretas relaciones de fuerza en el interior del Partido popular. Sus repercusiones en la vida política e institucional serán evidentes.

Dicho queda. 

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