sábado, 21 de mayo de 2011

LA MADUREZ DEL MOVIMIENTO 15 DE MAYO






Hasta donde la memoria me alcanza –uno ya ostenta la edad provecta— no recuerdo un movimiento social con tanta madurez como éste que se extiende por las plazas españolas y europeas, incorporando ciudades y pueblos con escasa presencia en la geografía de la acción colectiva. Por supuesto, estamos hablando del Movimiento 15 de Mayo, un movimiento maduro a pesar de que se encuentra en sus primeros andares. Es la generación del 20l1.


Dígase con claridad: ¿alguien tiene conocimiento de un Manifiesto tan maduro como el que han hecho público los acampados en la Plaza del Sol, editado por el blog hermano con el título de
TOMAD LA PLAZA. ACAMPADA EN SOL (FRAGMENTOS DE MANIFIESTOS). Hurgad en vuestros recuerdos, buscad en las alacenas de los periódicos y decidme cuándo y dónde se elaboró un panfleto –un servidor reivindica la grandeza de la palabra panfleto al igual que la nobleza de la pancarta-- de esas dimensiones. De esa madurez. De manera que quienes esperaban un movimiento estrambótico se han encontrado con una desacostumbrada madurez.


El manifiesto de la Puerta del Sol enlaza con lo avanzado por aquel noble padre de la izquierda,
Vittorio Foa, que, a sus noventa y muchos años, dejó sentado el secuestro de las palabras en su famoso libro “Las palabras de la política”; se inspira, además, en el conocido verso de Raimon: qui perd els origens, perd l´identitat; y, definitivamente, enlaza con las mejores tradiciones de la izquierda: “Es preciso construir un discurso político capaz de reconstruir el tejido social, sistemáticamente vulnerado por años de mentiras y corrupción. Los ciudadanos hemos perdido el respeto a los partidos políticos mayoritarios,pero ello no equivale a perder nuestro sentido crítico. Antes bien,no tememos a la POLÍTICA. Tomar la palabra es POLÍTICA. Buscar alternativas de participación ciudadana es POLÍTICA”. Madurez serena y sin ostentación la de esta Generación del 2011.


Muchas son las señales de esta madurez. Tan sólo señalaré la que se desprende de la foto de la portada de El País de hoy, sábado. El joven, subido en brazos por sus compañeros, lleva un rótulo en la mano donde puede leerse Plaça del 15 de Maig. Pues bien, las imágenes televisivas informan de cómo acabó aquello: el chaval no tapa la placa que dice Plaça de l´Ajuntament sino que la coloca debajo. Que cada cual interprete como pueda y sepa esta escena valenciana. Pues bien, no sólo es la madurez de lo escrito, de la oralidad, también la de los gestos.


Una madurez que, por lo demás, no se deja llevar por el clima de exageración lingüística que caracteriza, en parte, nuestros tiempos como hace pocos días afirmaba el maestro Umberto Romagnoli: “Fatto sta che la cifra stilistica del linguaggio corrente ormai è l’iperbole” (1). Algo así como quien afirma que no es el griterío ni la acumulación de adjetivos lo que debe basar la palabra fundamentada. Es el concepto, el concepto.


Esta generación del 2011 ha venido a decir algo que debe ser bien estudiado por la izquierda social; algo que ya se dejó sentado en su día por Vittorio Foa: “durante mucho tiempo el sindicato vio en el obrero sólo un obrero, un productor subalterno a quien defender en su relación con el trabajo y representar en sus intereses materiales; por eso no vio otros aspectos de su vida, después se sorprendió cuando no ha sido escuchado en sus discursos”. Ni que decir tiene que las izquierdas políticas están siendo avisadas por este Movimiento del 15 de Marzo. Parodiando a Foa podríamos decir: durante mucho tiempo las izquierdas han visto a la ciudadanía sólo como un potencial granero de votos, por eso no vio lo que tenía que ver, después se sorprendió cuando la gente se fue distanciado de la política.


Si me preguntan cómo continuará este movimiento la respuesta es: ya se irá viendo. Pero el problema de mayor enjundia es: ¿aprenderán algo las izquierdas de la madurez de esta generación?


(1) Umberto Romagnoli:
E’ ora di attuare la Costituzione sul sindacato












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