El mensaje de esta foto es claro: la alianza de los
sectores populares con el sindicalismo confederal en torno a los objetivos que
convocan la huelga general del 14 de Noviembre, que ya está a la vuelta de la esquina.
Ese día, al igual que el cariño de la copla, “ni se compra ni se vende”. Por
supuesto, tampoco se trabaja. El mensaje de esta foto es, además, la
información de estas tiendas populares hacia sus clientes de toda la vida. No
es sólo una esquemática agitación y propaganda.
El pequeño comercio es posiblemente el sector
económico más golpeado por la economía. Especialmente, aunque no sólo, por los
efectos devastadores de la caída del consumo de la población, agravado por el
incremento del iva y ahora con la inflación desgobernada. Toda repercusión en la pérdida de los poderes adquisitivos
repercute directamente en el pequeño comercio que no dispone de los márgenes de
las grandes superficies. Esta es una cuestión que vincula los intereses del
conjunto asalariado con los pequeños comerciantes. El “ni se compra ni se
vende” del día 14 de Noviembre es un potente nexo de la adhesión mutua entre
trabajadores y pequeños comerciantes en un movimiento de defensa de intereses
comunes. El cierre de comercios puede ser en no pocas ciudades el elemento más
llamativo de esta acción democrática nacional. En resumidas cuentas, de huelga
general a huelga total.
Por lo demás, séame permitida una reflexión
colateral. Cada vez que el sector de los pequeños comerciantes se ha
desvinculado, por unas u otras razones, del movimiento de los trabajadores ha
entrado en la ruina. Cuando, por ejemplo, osciló hacia aventuras populistas de
líderes carismáticos --el qualunquismo
italiano o el pouladisme en Francia--
no sacó nada de provecho (1).
(1)
qualunquismo.
Movimiento derechista creado en la
Italia de la posguerra por el periodista y comediógrafo
Guglielmo Giannini (el nombre se lo debe a su órgano de expresión, la revista L’Uomo Qualunque, cuya traducción no
literal sería ‘el hombre de la calle’). El qualunquismo,
al que rápidamente prestaron su apoyo los descontentos, pero moderados, de la
clase media, aquellos que habían sido fascistas no por convicción, sino por
conformismo, desapareció de la escena política a los pocos años. No obstante,
en Italia sigue empleándose la palabra para designar al magma electoral que, en
términos más actuales, se conoce como ‘la mayoría silenciosa’.
El poujadismo fue un movimiento
político de derechas, rozando la extrema derecha, que surgió en Francia a
mediados de la década de los años cincuenta del pasado siglo. Debe su nombre a
Pierre Poujade, un librero francés que forma este movimiento muy activo y
agresivo. Fue activo entre 1954 y 1958. El movimiento se organizó en torno a la Union de Défense des
Commerçants et Artisans. El poujadismo era antisocialista,
antiintlectual y antieuropeo. Se nutrió de una base social compuesta de
pequeños comerciantes y de la pequeña burguesía acosada por la inflación de la
última época de la IV
República. Los poujadistas consiguieron representación
parlamentaria. En las elecciones de 1956 obtuvieron 52 escaños en la Asamblea Nacional.
La decadencia del poujadismo tiene mucho que ver con el regreso de De Gaulle a
la política activa francesa y la creación de la V República. En todo
caso, el lepenismo tendría en el poujadismo una de sus fuentes o precursores
históricos (http://historiaideologias.blogspot.com.es/2011/05/poujadismo.html).
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