miércoles, 13 de abril de 2022

El FMI desautoriza a Feijóo


 

El Partido Popular es un trebejo político que quiere ser de derechas. Pero, en realidad, sus prácticas, le llevan más allá; le conducen velis nolis a las cercanías de la ultraderecha. El PP quiere ser homologado a sus cofrades europeos, como mínimo a los que conforman el euro grupo parlamentario. Los hechos, sin embargo, le llevan a una dirección opuesta. Su problema, a mi entender, es: no tienen un proyecto definido; un déficit, que viene de atrás de liderazgo; y una obsesión patológica con su hermanastro, Vox.  Para mayor inri, vuelven a salir a la superficie los problemas de la corrupción.

El PP –sin y con Feijóo, considerado, quién sabe por qué, el bálsamo de Fierabrás— cree haber encontrado un filón con su exigencia de la bajada «inmediata» de los impuestos.  Disparate mastodóntico precisamente en esta coyuntura. O no saben tamaña imprudencia o solamente es un berbiquí para ir erosionando al gobierno progresista. Con todo, si no lo saben han debido recibir el recado del Fondo Monetario Internacional  advirtiendo del peligro de competir para bajar los impuestos. Que es, más o menos, lo que sostienen los países europeos de mayor enjundia. Ahora bien, todos sabemos que se trata de una pegatina de papel de estraza que sólo se utiliza para después –véase Rajoy— no cumplirla.

Por lo demás, los andrajos políticos del PP le han llevado a encontrar una excusa para no renovar el Consejo General del Poder Judicial: si no hay bajada de impuestos, no se negocia la renovación del Consejo. Y digo yo: ¿qué tiene que ver el culo con las témporas? Hasta los toros de Guisando han mugido ante dicho disparate.

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