Escribe Manuel Gómez Acosta*
Mi querido amigo Quim González,
sin duda uno de los sindicalistas más brillantes e inteligentes que conozco, en
su artículo titulado ¿Para
qué? “La independencia de
Catalunya o una España en común”, publicado
el pasado 20 de julio en este “blog”, se planteaba la necesidad de dar
respuesta a la pregunta del ¿Para qué, seguir juntos? (1) Intentaré responder a
la reflexión solicitada por el “company i amic” Quim.
El bloque secesionista liderado por Artur
Mas y su aparato de agit-prop ha decidido dar por superada la
primera fase del ¿por qué irnos?, para introducirnos en la segunda fase de su
estrategia que responde al ¿para qué seguir juntos?
En esta primera fase, los
secesionistas han desarrollado con gran habilidad y contando con un poderoso
aparato mediático perfectamente “engrasado”, la iconografía de una
estrategia basada en los agravios recibidos soportado por el trípode: el “España nos roba” (el llamado “expolio fiscal”),
el ataque a la lengua catalana calificado como “genocidio cultural” y el “atentado a nuestra dignidad como
pueblo” como
consecuencia de los recortes a algunos artículos del Estatut del 2006, en la
desafortunada sentencia del TC de julio del 2010, auspiciada por el
posicionamiento irresponsable del PP en contra de dicho Estatut
A la estrategia anterior añaden todo un
argumentario que crea un universo taumatúrgico soportado por una hábil
manipulación de nuestra historia compartida, convirtiendo una guerra
civil europea como fue la guerra de sucesión de 1714 y la guerra civil española
de 1936/1939 en ataques contra Catalunya perpetrados por la pérfida España de
matriz “castellana”
Por cierto, el argumentario del “expolio fiscal”
poco a poco se ha ido diluyendo y dejándose de utilizar, al verificarse de
forma académica y rigurosa los argumentos económicos desarrollados por el
Consejo Superior de Investigaciones Científicas que apuntan que el déficit
fiscal de Catalunya que equivale al 4,35% de su PIB, nos sitúa en el
tercer lugar detrás de Comunidades como Madrid con el 8,8% o Baleares con
el 5,7%. El “expolio fiscal” va desapareciendo poco a poco del imaginario
secesionista…
Puestos a ser pedagogía, convendría recordar que
la balanza comercial entre Catalunya y el resto de España representa un saldo
positivo de +14.969M€,
siendo deficitario el saldo de Catalunya con el extranjero en unos -11.000M€. ¿Por qué poner en peligro
nuestra relación con nuestro principal socio comercial?
Entramos pues en una segunda fase en
la que Artur Mas asegura que, cuando Catalunya sea independiente, nuestras
tasas de paro serán como las de Dinamarca o Austria, las infraestructuras como
las de Holanda, el modelo educativo de Finlandia y nuestra agencia tributaria
será modélica siguiendo la referencia de Australia, donde sus ciudadanos acuden
a pagar sus impuestos de forma alegre y confiada, no como la del Estado en el
que convivimos, cuyo ADN predispone a la evasión fiscal. Por todo ello la
pregunta que nos hacen los secesionistas es ¿para qué seguir juntos?
Estas tesis expuestas de forma exhaustiva y
reiterativa por todo el aparato mediático, no se discuten, el que lo hace
queda fuera del sistema. Constantemente se exigen compromisos patrióticos, como
por ejemplo el bochornoso espectáculo de los candidatos a la presidencia del Barça
que se han prestado al “juramento” de fidelidad a “la lista del President”.
Respondamos pues al
¿para qué, seguir juntos”
Necesitamos construir un relato en que la cohesión
nacional de todos los pueblos de España no sea solo una galería de banderas, de
himnos y aromas de leyenda sino sobre todo un proyecto común.
Como comentaba el Presidente de Asturias, Javier
Fernández, en su toma de posesión “La crisis económica y su secuela de
desigualdad rompe el espinazo a la cohesión social y surge el sálvese quien
pueda, la supremacías de la identidades que rompen la igualdad y la
cohesión" ¿Cómo contraponer a la poderosa narrativa de los mitos, la
emoción de seguir juntos y construir un nuevo proyecto, la necesidad de
reformar en lugar de romper los espacios de convivencia construidos durante
siglos?
Antes de responder a la pregunta que encabeza esta
reflexión, debemos apuntar que a Catalunya no le ido nada mal formar
parte de la
España Constitucional , los datos macroeconómicos así lo
avalan. Algunas de las inversiones públicas más importante durante este
periodo, se han desarrollado en Barcelona y Catalunya. Los Juegos Olímpicos del
92, el Plan Delta del Llobregat, la conversión de Barcelona en el
primer “hub” logístico del Mediterráneo , constituido por una terminal
aeroportuaria la T 1
que recibe casi 30 millones de pasajeros/año, un puerto de contenedores y una
terminal de cruceros que lidera las operaciones en el Mare Nostrum, unas
infraestructuras de movilidad de referencia en toda Europa, una red regional de
alta velocidad que une sus cuatro capitales de provincia algo inusual e inédito
en las Áreas Metropolitanas europeas.
A los secesionistas les interesa la manipulación
que identifica España con el gobierno del PP. El asfixiante control mediático
subvencionado del aparato de agit-prop de la Generalitat , ha
intoxicado a la ciudadanía y solo ha desarrollado el relato negativo del
proyecto España ,a la que identifica con la corrupción, el
desmantelamiento del “Welfare”, las políticas favorecedoras de la desigualdad,
la ineficacia administrativa, la prepotencia y la intolerancia a la hora de
gobernar, pero nos engañan: el PP no es España. A una mayoría de españoles no
les gusta esta España y por eso quieren (queremos) cambiarla
España es una gran “nación de
naciones”, con importantes activos en todos los sectores. Un país
que lidera las tecnologías en el campo de las energías renovables, con una
importante reserva de capital humano y un prestigioso núcleo de
investigadores en diversas materias como la biomedicina que se han visto
obligados a emigrar ante la ausencia de políticas activas de I+D+i.
España es uno de los líderes de la industria de la
automoción, sus empresas de ingeniería y construcción lideran a nivel mundial
las grandes infraestructuras del transporte y de la energía, la
señalización, los sistemas de automatización y las comunicaciones ferroviarias.
Somos líderes mundiales en trasplantes de órganos, nuestro sistema de salud
pública era uno de los mejores del mundo antes de ser deteriorado por las
políticas antisociales del gobierno del PP y sin embargo podemos
recuperarlo…
Es necesario mirar
hacia adelante , plantearnos la necesidad de construir un sólido "proyecto
común", capaz de generar apoyos y consensos, de educar en la pedagogía de
la convivencia, de motivar, de apasionar.
La secesión es el significante vacío, la
confrontación, el enfrentamiento, la quimera que genera frustración, la
ruptura de la legalidad democrática, la imposición de una supuesta legitimidad
popular, las elecciones llamadas plebiscitarias donde los votos valen diferente
en función del origen territorial..
Ahora más que nunca es necesario actualizar,
reconstruir, reformar el edificio común constitucional. No hay mejor manera de
legitimarlo que facilitar su reforma y modernización. Reconstruir una
Constitución que desarrolle un “federalismo constitucional” capaz de
articular la unidad en la diversidad y haga de lo “federal” una solución
integradora.
La heterogénea complejidad federal frente a la
simplicidad del “dogma de fe” independentista, la integración de la
singularidad frente a la exacerbación de lo “diferencial”. La necesidad de la
negociación y la búsqueda del acuerdo, poniendo en valor lo que tenemos en
común, frente al discurso totalitario de la “mayoría se impone”
La cooperación reticular frente a la bilateralidad
egoísta, la solidaridad entre ciudadanos libres frente el egoísmo de los
territorios
¿Alguien duda de que nuestro atacado “Estado del
Bienestar” se defiende mejor desde la unidad de los pueblos de España y de su
clase trabajadora?.
Los trabajadores catalanes necesitamos del resto
de los trabajadores españoles para reconstruir una nueva mayoría de izquierdas.
Juntos podemos hacerlo. Necesitamos arrebatarle a la derecha catalana y a las
elites dominantes catalanas su discurso hegemónico, no olvidemos que la derecha
en Catalunya ha gobernado demasiado tiempo y pretende seguir haciéndolo…
Luchar por la hegemonía es posicionarnos no solo
desde la razón democrática sino desde la pasión de seguir juntos en un proyecto
compartido, la España
federal: la del gaditano Fermín Salvochea, la de los catalanes Pi i
Margall y Solé Tura, la del castellano Anselmo Carretero, la
de nuestro entrañable amigo y camarada Santiago Carrillo.
Los secesionistas me
recuerdan a esos ciclistas que ocupan la acera de nuestras ciudades y se
enfadan si les recuerdas que la acera no es solo de ellos. Ante tu exigencia de
que cumplan la ley de la ciudad habitable, del espacio compartido, responden
con la "legitimidad" de su "derecho a decidir" por
donde circulan.
*Ingeniero industrial, miembro de Federalistes
d’Esquerres
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