sábado, 14 de abril de 2012

LA ESCOPETA MULTINACIONAL



Mientras las autoridades de las diversas instituciones imponen durísimas medidas en todo el abanico del Estado de bienestar y cuando se reducen salarios a mansalva dentro y fuera de la Función Pública, simultáneamente el Jefe del Estado marcha de excusión a cazar elefantes. ¡Estas clases ociosas …!, que diría Thorton Veblen.

Sorprende hasta qué punto de estupidez han llegado los consejeros de la Casa Real que ni siquiera han considerado que, en estos tiempos que corren, el viajecillo no podía ser bien visto por la población que las está pasando, como quien dice, canutas. Pero, por otra parte, no es menos sorprendente que el Jefe del Estado no haya caído en la cuenta de la inconveniencia de hacer ese tipo de excursiones aquí y ahora. Justo, para añadir más salsa picante, cuando todavía olía a perdigones el pie del primer nieto del Jefe del Estado.  

Naturalmente sería del género epiceno –se trata de una metáfora para evitar ser acusado de panfletaire--  rasgarse las vestiduras. Pues al fin y al cabo el Caballero del Fusil no hace otra cosa que seguir las más antiguas tradiciones de su vieja cofradía: ir a pegar tiros cuando el pueblo doliente tiene que pagar para desplazarse a la esquina de la calle. Sí, las viejas tradiciones zarzueleras de la montería. Algo de eso me ha parecido intuir en una entrada del blog del profesor Gregorio Luri. Pero si no es así, le pido disculpas al afamado autor de libros tan notables como El proceso de Sócrates y, más reciente, Per una educació republicana (1).  Sea como fuere, con o sin retranca, don Gregorio nos trae a colación lo que viene de seguida:  


                                                              I


“Las memorias de Luis XVI se parecen a las de un montero. Leed las fechas más importantes, y os asombraréis de lo que anota. Escribe la palabra ‘nada’ en los días en que no ha cazado, pues para él son días perdidos. '11 de julio de 1789, nada; marcha de Necker; 12, víspera y reserva; marcha de los señores de Montmorin de Saint-Priest y de la Lucema; 13, nada; 14 de julio, nada’” (Hyppolyte Taine). 

II

“Por los días que precedieron a la Duma nacional, cuando todo el país se siente estremecido por las convulsiones, Nicolás II escribe: '14 de abril. Me he paseado con camisa-blusa ligera y he reanudado los paseos en lancha. He tomado el té en la terraza. Stana ha comido y paseado con nosotros. He leído.’ ‘14 de julio. Después de vestirme me fui en bicicleta al balneario y me bañé con deleite en el mar.’, '15 de julio. Me he bañado dos veces. Hacía mucho calor. He comido sólo con mi mujer. La tormenta ha pasado.’” (León Trotsky).


Apostilla. De casta le viene al galgo.

(1) El avispado lector y la inteligente lectora habrán caído en la cuenta que el único objetivo de esta entradilla es publicitar los libros de don Gregorio Luri.  Lo otro es un perifollo. 

2 comentarios:

Gregorio Luri dijo...

Don José Luis, tiene usted todo mi agradecimiento. Sepa, además, que yo lo tengo calificado en mi apartado dedicado a "la sal de la tierra", que es el más exclusivo. A mi me gustan las cosas con poca sal, pero en ningún caso me gustaría vivir en un mundo con comidas muy sanas pero insípidas.
¿Le he dicho alguna vez que asistí allá en mis tiempos más jóvenes a la convocatoria de Sacristán para formar las CCOO de la enseñanza, en la Calle Padilla? Recuerdo que había un cartel en un pasillo con una imagen del Che que decía algo así como "No hay que esperar a que todas las condiciones estén dadas, algunas se crean en la misma lucha".
No aclaraba si las condiciones que se crean en la lucha son todas favorables.
Respecto a los Borbones, le confieso que me comienzan a dar pena. Parece como si hubiese escrito el guión de su reality un vengativo Nicolasito Pertusato.
Saludos cordiales, don.

Pepe Luis López Bulla dijo...

Don Gregorio, soy yo quien le está agradecido por sus libros. Me fue de mucha utilidad el de Sócrates, y espero que el nuevo lo sea también. Mis saludos, JL