domingo, 8 de marzo de 2020

La torpeza de la CEOE, la estupidez de algunos sindicalistas



Sorprende la reacción de la CEOE ante las medidas urgentes que ha puesto en marcha el Ministerio de Trabajo contra el coronavirus. No menos sorprende que algunos dirigentes sindicales le hayan seguido la corriente a Antonio Garamendi: esas medidas no se han negociado con ellos, han denunciado. La reacción de las autoridades ha sido ponderada y con exquisita educación: no se trata de normas nuevas sino de una compilación de lo publicado hasta ahora en materia de salud; medidas de choque que urgentemente había que poner en marcha.

Se supone que tanto la CEOE como esos refitoleros dirigentes sindicales sabían que no estaban ante una novación normativa y sin embargo sacaron imprudentemente la lengua a pasear: la CEOE porque sigue la enseñanza de «al enemigo ni agua»; esos sindicalistas porque, tal vez, quieran exhibir una teórica independencia de juicio. Mala fe de los primeros; verborrea de los segundos.

La decisión del Ministerio ha sido justa y eficaz. La reacción del presidente de la patronal ha sido torpe, extremadamente torpe.


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