Todo parecía que, en el contexto de la globalización acelerada Europa entendería esa realidad y su mensaje. Sin embargo, lo chocante del caso es que se ha producido un comportamiento chocante: a medida que la globalización avanzaba, los gobernantes europeos se han ido retrayendo a sus propios campanarios y fomentan políticas de retraimiento a sus behetrías nacionales. Algo así como que el Estado-nación se defiende como gato panza arriba, siguiendo el maximario castizo de profundas resonancias frailunas: para lo que me queda dentro, me cago en el convento. Y en eso, desgraciada y estúpidamente, estamos para desgracia de los trabajadores y sus familias.
Lo que me arriesgo a decir, con el tartajeo propio de los escasamentes documentados, es lo siguiente: la explicación fundamental de lo que nos está ocurriendo es la consecuencia del déficit político europeo en todos los terrenos: los políticos e institucionales, los económicos y los sociales. Este déficit es el caldo de cultivo donde campan “los mercados”, que saben que no hay un carlomagno colectivo que les lea la cartilla adecuadamente. De manera que a un servidor le parece de lo más hipocritón que nuestros gobernantes lloren como plañideras pueblerinas ante el acoso de los mercados cuando aquellos no saben defender –como el rey Boabdil-- el reino de Granada, o sea, Europa. Naturalmente, esos sujetos globales que son los mercados les han tomado el número a la política cortijera. Ésta, a su vez, observa voluntariamente maniatada, que los mercados han hecho suyo el contenido del famoso libro de Mao Tse Tung, que tiene el expresivo título Una sola chispa puede encender la pradera. Una chispa que ya es un incendio de considerables proporciones mientras los bomberos están a servicios mínimos.
Lo que me arriesgo a decir, con el tartajeo propio de los escasamentes documentados, es lo siguiente: la explicación fundamental de lo que nos está ocurriendo es la consecuencia del déficit político europeo en todos los terrenos: los políticos e institucionales, los económicos y los sociales. Este déficit es el caldo de cultivo donde campan “los mercados”, que saben que no hay un carlomagno colectivo que les lea la cartilla adecuadamente. De manera que a un servidor le parece de lo más hipocritón que nuestros gobernantes lloren como plañideras pueblerinas ante el acoso de los mercados cuando aquellos no saben defender –como el rey Boabdil-- el reino de Granada, o sea, Europa. Naturalmente, esos sujetos globales que son los mercados les han tomado el número a la política cortijera. Ésta, a su vez, observa voluntariamente maniatada, que los mercados han hecho suyo el contenido del famoso libro de Mao Tse Tung, que tiene el expresivo título Una sola chispa puede encender la pradera. Una chispa que ya es un incendio de considerables proporciones mientras los bomberos están a servicios mínimos.
Radio Parapanda. MANIFESTACION DE LA CGIL EN ROMA
2 comentarios:
No estará de moda decirlo, pero habría que recuperar lo que decía Anguita sobre el euro y el apoyo (crítico) de algunas izquierdas a la forma de hacer Unión Europea que reflejaba Maastrich. O cuando el tratado de la constitución europea decía que el Banco Central europeo se debe decicar al control del deficit y despreocuparse del paro.
Pido excusas a Sr G. No he censurado su otro comentario; es que me he equivocado al darle el placet. ¿Lo puede volver a enviar, por favor? Mis disculpas.
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