domingo, 3 de octubre de 2010

EL PARTE METEOROLÓGICO POST HUELGA



Nuevamente los dirigentes sindicales tienen una gran responsabilidad: la que se desprende de saber en qué rumbo deben poner el timón del trasatlántico, tras la mar arbolada del 29 de septiembre. Es lo que se conoce como la administración del conflicto.


Ahora bien, para administrar el conflicto es preciso conocer con precisión milimétrica sus dimensiones. Sin el conocimiento pormenorizado del parte meteorológico no será posible saber qué rumbo poner. Digamos las cosas con claridad: el honor del sindicalismo confederal se ha salvado y la autoestima está en un lugar de alta decencia. Por eso, es preciso saber a ciencia cierta –y no de oído-- las dimensiones reales de la huelga, y desde esas cotas qué línea de conducta se desprende.


No sería bueno que todo el mundo se amparara en que ha habido mar arbolada para ocultar la placidez de sus aguas particulares. Quienes han tenido calma chicha deben explicarse.

1 comentario:

Enrique M. Jiménez dijo...

Es preocupante el continuo argumento de que la Reforma fue aprobada por el Parlamento que está legitimado y representa a la soberania popular. No por incierto, sino por ser evidente, al repetirlo parece que se quiere advertir a los agentes sociales del inmovilismo del gobierno. Siendo verdad lo del Parlamento, no es menos cierto que en una sociedad democratica hay otros agentes, interesados de parte, en asuntos que el Parlamento debe legislar; y o se establecen cauces de participacion de dichos agentes, en este caso los sindicatos, o les estarán dejando fuera del sistema. ¿Qué opciones les dejarían entonces? ¿Tendrán los sindicatos que liderar una Plataforma al antiguo estilo, competir espacio político, exclusivamente para reformar la Ley y despues volver a su espacio natural? ¿tendrán que convertirse en fuerzas antisistema? ¿Hay más alternativas?