Nota Editorial. Hay comentarios a artículos que merecen la consideración de estar “en pantalla”. Este blog tiene esa costumbre cuando las opiniones tienen fundamento. Este es el caso, nuevamente, de un comentario que el profesor Antonio Alvarez del Cuvillo ha hecho recientemente sobre mi amable duelo con Antonio Baylos acerca de la representación sindical. Reproducirlo aquí –además de un honor— es algo obligado. Un día de éstos volveré a la carga, porque como bien puede verse, Baylos ve incrementada la cofradía de los que sustentan la utilidad de los comités. Ahora bien, sería conveniente que Álvarez del Cuvillo aclarara qué entiende por “disfuncionalidades del sistema actual”. De esta manera estaríamos en mejores condiciones para seguir nuestra conversación. Por lo demás me remito a ¿TIENEN SENTIDO YA LOS COMITES DE EMPRESA?. Mano a López Bulla y Baylos Como se verá en ese mano a mano, mi opinión no tiene en cuenta las disfuncionalidades del sistema sino la disfuncionalidad del carácter del comité de empresa en tanto que tal.
Alvarez del Cuvillo dijo:
En realidad, yo no discutía tanto la institución de la representación unitaria en sí misma considerada como el modelo de representatividad sindical; esto último es lo que a mi juicio provoca las disfunciones, aunque luego me resulte difícil imaginar otro modelo. Ciertamente, el énfasis en la representación unitaria tendencialmente apunta hacia un sindicalismo más de electores que de afiliados, pero esto depende en realidad de muchos otros factores. El hecho de que no haya comités no garantizaría una mayor afiliación y, de hecho, en muchas ocasiones, incluso sería perjudicial. Yo creo que lo nuevo que se haya de construir habrá de superponerse al modelo de representación unitaria, no derrumbarlo. El problema es que construir algo nuevo implica algunas dificultades si toda la estructura determina que la finalidad primaria del sindicato va a ser tener representantes unitarios.
Un ejemplo. Para atender a los retos que plantea la descentralización productiva y que antes señalaba podrían ensayarse nuevas formas de representación. No hay ninguna garantía de que salgan bien, pero la inercia del sistema pone mayores dificultades, imponiendo una cierta rigidez en la adaptación a los cambios. Por ejemplo, si se opta por formas alternativas de representación unitaria nos encontramos con que las normas que regulan esta institución ¡son derecho necesario absoluto!, debido a la conexión que existe entre ellas y la representatividad sindical que condiciona el ejercicio de un derecho fundamental. Yo no creo que estas representaciones adicionales (por ejemplo, creadas por la negociación colectiva) sean ilegales si no suprimen las formas que ya existen en el estatuto, pero no computarían para la representatividad (lo que es un desincentivo) y además no podrían negociar convenios estatutarios. En cualquier caso, estas nuevas formas de representación podrían ser de carácter sindical, pero esto es difícil si el énfasis está en la obtención de delegados y miembros del comité.
Lo que ya parece que no está en la agenda de nadie es el tema ese que mencionabas de la unidad sindical que tan importante y polémico era durante la Transición y que ahora se ha abandonado completamente. Hoy en día no parece que haya profundas diferencias ideológicas o de política sindical que justifiquen (más allá de intereses organizativos reales) la actual dualidad de sindicatos más representativos a nivel estatal. Una -parece que muy improbable- fusión entre UGT y CC.OO. produciría una organización de incuestionable representatividad respecto al conjunto de la clase trabajadora. A mi juicio, aunque siguieran existiendo otros sindicatos, ello haría menos acuciante la lucha por la obtención de delegados y miembros de comité y permitiría a ese nuevo sindicato centrarse mucho más en la obtención de mayores cotas de afiliación y en mejorar su cohesión organizativa interna. Aunque fuera un desbarajuste al principio, permitiría ir superando las disfuncionalidades del sistema actual sin necesidad de emprender cambios institucionales muy bruscos.
Nota editorial. Me permito recomendar nuevamente el blog del profesor Antonio Álvarez del Cuvillo: http://tiempos-interesantes.blogspot.com/ El lector habrá caído en la cuenta que lleva por título “Tiempos interesantes”. Yo lo tengo linkado y lo leo de cabo a rabo, nunca en diagonal.
Otra cosa. Algunas amistades me han pedido que concrete algo más sobre el Pacto social por la innovación tecnológica que referí en una entrada del miércoles 12 de Marzo. Remito a quien esté interesado al artículo que figura en la sección “Tapas recomendadas”. Aunque ese escrito es de 2004, el fondo de lo que quiero decir sigue siendo (perdonen la humildad granadina) válido: EL PACTO SOCIAL POR LA INNOVACION TECNOLOGICA
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