No es ningún secreto: hoy es veinte de octubre
de 2020, también Madrid donde últimamente se están viviendo sucesos prodigiosos.
Prodigio es, por ejemplo, la moción de censura que, aunque formalmente se plantea «contra Pedro
Sánchez y Pablo
Iglesias», dicen quienes la han presentado, Vox, en
realidad es dinamita en la sede del Partido Popular. Ya lo dijimos ayer. Prodigio menor es igualmente, la coincidencia de la absolución del que fuera Mayor de los
Mossos de l´Esquadra, Josep Lluis Trapero, con la mentada moción de
censura.
Madrid es, al menos hoy, la ciudad de los
prodigios.
1.--- Trapero y sus compañeros han sido
absueltos de las acusaciones de apoyo a la jornada del tristemente
célebre 1 – O, concretamente de sedición y desobediencia. Así lo ha considerado el Tribunal
con la excepción de la magistrada Concepción Espejel (´nuestra Concha´, según María Dolores ´de´ Cospedal). Es relevante que el Tribunal considere fantasiosas
las acusaciones del coronel Pérez de los Cobos, paradigma de la chapuza de correaje, un personaje que a buen seguro fue asesorado por la Brigada Aranzadi y por su hermano, Francisco Pérez de los Cobos, presidente del Tribunal Constitucional.
Primera consideración: hay jueces en Berlín, digo, en Madrid.
Segunda: Waterloo tiene
nuevamente mal las cosas para opinar. Tercera consideración: el
andamiaje jurídico de la operación Trapero, diseñado por la fracción bronca de la Brigada Aranzadi, fue un ejemplo
de ideología tóxica.
2.--- Desorientación en el Partido Popular ante la moción: José María Aznar, la madre de todas las batallas, plantea que
su grupo vote no; Esperanza Aguirre, la que pudo haber sido y no fue, reclama el sí; y Cayetana Álvarez de Toledo, que fue y de momento no es, exige el barroco ´no contra el no´, que ella interpreta como
abstención. Pablo Casado, aturrullado, afirma que eso ni le ocupa ni le preocupa. Mientras
tanto –intentando disimular su impotencia-- hace un quite por chicuelinas y responde que ´en su momento´ se sabrá
la orientación de voto. Se trata de hacer tiempo para que Aznar
y su hechura encuentren una solución al embrollo interno. Un
barullo que es la expresión de la ´inanidad intelectual´ de los
dirigentes del Partido Popular, una característica que señala Lluis Amiguet hoy en La Vanguardia.
Madrid, ciudad de los prodigios.
Post scriptum.--- Don
Venancio Sacristán enseña con
perseverancia: “Lo primero es antes”.
Carta tártara. Las derechas con antifaz o la infleibilidad
mental infoLibre por Javier Tébar
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