Esquerra Republicana de Catalunya está
haciendo sábado, esto es, intentando limpiar sus estridencias políticas. Es lo
que, me parece, se desprende del libro que han escrito al alimón Oriol junqueras y Marta Rovira, esta última
viviendo un pintoresco exilio en Suiza. En realidad el libro, Tornarem a véncer,
es la antesala del programa electoral del partido.
Limpieza
de estridencias: el referéndum pactado «es la mejor opción para resolver el
conflicto, sin duda». (La cursiva es
nuestra). Más todavía, los autores –las dos primeras voces del partido-- reniegan de los «choques simbólicos». Es
claro que el libro es una respuesta orgánica al reciente del hombre de
Waterloo. El áspero litigio entre los independentistas también se ha convertido
ahora en una guerra editorial. La venta
de uno y otro serán vistas, además, como un índice de la proyección política de
ambos contendientes.
El
analista novel hablará de pragmatismo y renovación en ERC. Su comentario, si se
queda en eso –y sólo eso-- olvidaría que
está hablando de un partido histriónico o de un partido de la bilocación, es
decir, ubicado en dos lugares diferentes al mismo tiempo. Un partido que no
tiene empacho en afirmar un día que el cuadrado de la hipotenusa es igual a la
suma de los cuadrados de los catetos, y horas
después afirmar que el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma al cuadrado
de los catetos.
ERC
hace sábado, pero se olvida de quitarle el polvo a lo del referéndum y recurre
a una picardía filibustera cuando, en dicho libro, afirma que «es la propuesta
más inclusiva, porque hablan y
participan todos: los partidarios del sí y los del no». Olvida a cosica hecha que la reciente encuesta de La
Vanguardia dice que sólo el 26 por
ciento se aferra al referéndum. La misma encuesta que le da a ERC vencedora en
las futuras elecciones catalanas. Seguir con esa musiquilla del referéndum es
volver al viaje a ninguna parte.
Con
todo, no seremos nosotros los que restemos importancia a lo que parece un
viraje de ERC. Siempre y cuando archive su costumbre de que, cada vez que
truena Waterloo, responde con su Kirie
eleison (Señor, ten piedad). El
analista bisoño no debería olvidar estos pecadillos de ERC. Por nuestra parte,
nosotros tomamos nota y lo apuntamos en nuestra libretilla.
Post
scriptum.--- Pepe
Sacristán debería publicar las sentencias completas de su padre, don Venancio, metalúrgico de Chinchón y filósofo post
socrático, que nos enseñó: «Lo primero es antes».
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