lunes, 3 de abril de 2017

Productividad, primas e incentivos. (y Segunda parte)



Pedro López Provencio


Nota editorial.--  La primera parte de este trabajo se encuentra en Texto completo enhttp://theparapanda.blogspot.com.es/2017/03/productividad-primas-e-incentivos.html



Sistemas de primas e incentivos.

Mediante el pago de primas las empresas pretenden incentivar y recompensar los sobresfuerzos que realicen los trabajadores durante su trabajo. Siempre y cuando repercuta en un incremento de la productividad u otras clases de beneficio para la empresa.
Existen multitud de sistemas. Como solo precisan tener una cierta racionalidad en sus planteamientos, cada empresa adopta el que más se amolda a sus conveniencias. Puede dar lugar a confusión el uso de terminologías diferentes para tratar de lo mismo. No obstante, todos los sistemas de primas mínimamente racionales suelen utilizar cuatro factores principales.

Formula general de las primas:
                                                                              D = P x C x H x F
Siendo:
               
D = Cantidad de dinero a percibir por el trabajador en concepto de prima.
P = Valor correspondiente al rendimiento o productividad alcanzado.
C = Coeficiente correspondiente a la categoría del trabajador o a la valoración de su puesto de trabajo.
H = Cantidad de tiempo trabajado a prima por el trabajador.
F = Factor de corrección variable.

Variación de la prima en función del rendimiento (P).

El tipo de variación lo suele fijar unilateralmente la dirección de la empresa, aunque debería ser objeto de negociación. En él se define la cantidad de dinero que la empresa está dispuesta a pagar por hora, día, mes, pieza, en función del rendimiento alcanzado. Este valor suele ser el resultado de averiguar la cantidad mínima que al trabajador le resulte interesante y le incentive para aumentar su producción.

Existen diversos sistemas que relacionan la cantidad de dinero a percibir por el trabajador en función del rendimiento, actividad o productividad alcanzada. Parece lógico que hubiese que partir del supuesto de que el trabajador cumple con su parte del contrato cuando se sitúa en disponibilidad de trabajar a ritmo normal. No obstante, se suele exigir el ritmo habitual. Incluso hay lugares, como en la SEAT (art. 98 del XIX Convenio Colectivo), que el nivel de actividad exigible es el 96%, que consideran actividad óptima.

La prima varía en proporción al rendimiento.

Los trabajadores incrementan su salario en similar proporción en que aumenta su rendimiento. Su implantación requiere que los tiempos de trabajo concedidos estén muy equilibrados. En otro caso los trabajadores, realizando el mismo esfuerzo, consiguen primas muy dispares de un trabajo a otro. También se utiliza para relacionar el “rendimiento” de los trabajadores indirectos con las primas que han de percibir.

Figura 2. Sistema Halsey.

La prima varía en una proporción menor que el rendimiento.

Se suele utilizar cuando los tiempos concedidos no están suficientemente equilibrados y los trabajadores han de hacer esfuerzos muy distintos, para obtener la misma prima, en diversos trabajos. El sistema procura que a rendimientos inferiores se perciban cantidades proporcionalmente mayores que a rendimientos superiores. Así las primas no muestran ostensiblemente la imperfección del análisis de tiempos. El sistema Rowan, con su función parabólica, cumple con este propósito.

Figura 3. Sistema Rowan.

La prima varía según diferentes niveles de rendimiento.

Con este sistema, que puede ser muy variado, se procura que los trabajadores intenten alcanzar los niveles de productividad que interesan a la empresa. Proporciona la posibilidad de aumentar considerablemente sus ingresos al llegar a unas metas de productividad determinadas. Es una forma más refinada de incentivar a los trabajadores. Es la que más se asemeja a la típica imagen de la zanahoria colgando delante del burro. Pero no suelen proporcionar los resultados previstos teóricamente. Sobre todo los más complejos. Las empresas no suelen acertar en sus límites. Y a los trabajadores les resulta demasiado complejo atender a los distintos puntos de inflexión en los que la prima puede dar un salto significativo.

Figura 4. Sistema Taylor.

La prima disminuye conforme baja el rendimiento.

En la SEAT se calculan las “cargas de trabajo” y se determinan las necesidades de mano de obra a rendimiento 100. Los trabajadores están obligados a realizar una producción correspondiente al rendimiento óptimo. Si alguna persona o grupo no lo alcanza se disminuye la prima proporcionalmente hasta llegar al rendimiento 85, a partir del cual ya no se percibe prima alguna. A pesar de que el rendimiento normal se considera el 75. Las primas se pagan por meses con independencia del número de días laborables que éstos tengan. (Artículos 104, 105 y 110 del XIX Convenio Colectivo de la SEAT). Lo que se asemeja más a un salario que a una prima de producción ya que el trabajador no tiene reconocida la capacidad de variarla.

Así, el trabajador uncido a la cadena o a la máquina automática ha de seguir su ritmo sin posibilidad de elección. ¿No sería normal que al trabajador le fuese exigible una actividad normal y que la óptima y sus intermedios fuesen algo excepcional y a su elección?

Figura 5. Sistema SEAT

Coeficiente correspondiente a la categoría o a la VPT (C).

Esta variable influye en el cálculo de la prima a percibir por el trabajador según sea su categoría profesional. O, donde se haya realizado la Valoración de Puestos de Trabajo, según sea el valor asignado al puesto de trabajo ocupado.

Factor de corrección variable (F).

Este factor se suele introducir en las fórmulas de la prima para tener un mayor control del gasto por este concepto. Suele hacerse depender de conceptos relativos a la producción, como la “efectividad” o el “coeficiente de calidad relativo”. Económicos, como el total de facturación, o la cuenta de pérdidas y ganancias, o el flujo de caja (en inglés cash flow). Y, en casos extremos, lo asigna la dirección de la empresa sin dar mayores explicaciones.

Costes y beneficios.

Hubo un tiempo, especialmente en épocas de mucho desempleo, en el que me preguntaba el por qué los empresarios prefieren incentivar a los trabajadores que tienen, incluso hacerles hacer horas extraordinarias, en vez de contratar a otros trabajadores. Parece evidente que si los trabajadores están menos cansados pueden hacer el trabajo con más comodidad y, por lo tanto, de una mayor calidad y en un mejor ambiente.

Me quedó claro cuando empecé a calcular costes de producción y a componer precios de fábrica. Pongamos un ejemplo simplificado:

Supongamos que un grupo de mecánicos, trabajando a una actividad normal,  construye 3 complejos de máquinas en un mes, los costos podrían ser:

Salarios mecánicos ...…....…………………… 10.000,- €
Seguridad Social mecánicos ……………….      3.000,- €
Prima mecánicos ..………………………………        0,- €  ……… 0%
Materiales………………………………………... 30.000,- €
Gastos técnicos y directivos………………..     10.000,- €
Gastos de administración……….…………....…  5.000,- €
Gastos financieros……………………………….   5.000,- €
Gastos comerciales………………………….....  10.000,- €
Amortizaciones……………………………………  3.000,- €
                                                               ----------------------
Total coste …..……………………….…..…….... 76.000,- €
BENEFICIO adi .………………………………..   14.000,- € ……….. 18%
                                                               ----------------------
Precio de venta 3 máquinas…………..……       90.000,- €

Supongamos que este grupo de cinco mecánicos, trabajando con una actividad óptima, construye 4 complejos de máquinas en ese mismo mes, los costos podrían ser:
Salarios mecánicos …….………..................  10.000,- €
Seguridad Social mecánicos ..……..……......   3.000,- €
Prima mecánicos ..………………..….…….….   3.000,- €   ……… 28%
Materiales…………………………………...…... 40.000,- €
Gastos técnicos y directivos………………..     10.000,- €
Gastos de administración……….…………....…  5.000,- €
Gastos financieros……………………..…….…    5.000,- €
Gastos comerciales……………………..…  .…. 10.000,- €
Amortizaciones……………………………..……   3.000,- €
                                                               ----------------------
Total coste …..……………………….…..…..      89.000,- €
BENEFICIO adi……………………………..….    31.000,- €  …..….. 35%
                                                               ----------------------
Precio de venta 4 máquinas……….....…         120.000,- €

Perspectiva.
La codicia es el pilar sobre el que se sustenta el actual sistema económico imperante. Por eso es crucial, para el futuro, que la nueva configuración social que se avecina responda a otros criterios. Y a otras bases. Los derechos de propiedad privada, especialmente los de los medios de producción y de la información y la actividad económica mercantilista actual, son una triste desgracia para la mayoría. Aunque algunas migajas de la riqueza que se produce se les otorguen a algunos trabajadores. Mientras otros muchos quedan excluidos.

La acumulación de dinero, los negocios monetarios y los financieros, alimentan la desesperación de la inmensa mayoría de la población mundial. El principio de que el precio es el resultado de la oferta y la demanda y que el aprovechamiento de la coyuntura pueda servir para explotar con cinismo la debilidad o la miseria del prójimo, es la degeneración de la especie. La explotación del tiempo para cobrar una prima o interés por el mero transcurso del tiempo, sin aportar o producir nada, para beneficio de unos a costa de los otros, debería considerarse un grave delito. Y si esa desfachatez se traslada a los trabajadores, arbitrando sistemas para que aumenten su salario por el mero transcurso del tiempo, sin modificar en nada la calidad, ni la cantidad, ni la profesionalidad de su trabajo, la perversión del sistema puede llegar a límites insospechados. Lo que ya se experimenta en la SEAT.

La compraventa que proporciona un beneficio sin transformación, ni mejora, ni desplazamiento alguno del objeto, es un oficio degradante. La compraventa de futuros, de lo que aún no existe, que proporciona pingues beneficios, aunque no llegase a realizarse nunca, resulta un latrocinio.

La actividad productiva, constructiva o creativa, que beneficia a la comunidad, debería ser entendida como condición de toda ventaja económica y la medida de la honorabilidad. Frente a la sobreexplotación del trabajador dependiente, subordinado y precarizado, hay que  propugnar una doctrina que signifique la victoria del hombre sobre el economicismo. Que derogue la propiedad privada fruto, en su origen, de la usurpación y del robo. La tierra pertenece a todos los hombres y, por consiguiente, los frutos que produce deben ser para beneficio general de todos.

Los avances en ciencia y tecnología ya acercan la posibilidad de liberar a las personas del trabajo monótono y rutinario. Inventado a partir de la llamada primera revolución industrial. Llega el momento de construir la nueva utopía del trabajo. Que vuelva a ser, para la mayoría, un elemento principal de realización personal. Que sirva para el cumplimiento de los objetivos que se propongan libremente. Que puedan desarrollar todas sus capacidades y hagan reales sus posibilidades. Dando sentido a su existencia de forma que contribuya a que su sistema emocional considere con satisfacción el desarrollo de su vida. Hacer realidad la imaginación, alcanzar metas, sueños de poder para llenar las aspiraciones de libertad. Trabajar no solo por su valor económico, sino por logros que proporcionen satisfacción al alcanzar las finalidades propuestas útiles para la felicidad. Sabiendo que la realización personal en el trabajo no depende tanto de los medios que se utilizan como de los fines que se proponen.





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