jueves, 10 de noviembre de 2016

¿Todos los votantes de Trump son populistas?



Ni siquiera la invocación de Miquel Iceta --«Go, Hillary, go!»--  dio resultado. El hombre rubio se salió con la suya en Norteamérica. Ni siquiera mi visita ayer –como acompañante consorte de mi mujer--  a la exposición de Renoir en la Fundación Mapfre en Barcelona me quitó los retortijones tras la fatídica noticia. Pero ¿cómo es posible que haya sucedido tamaño desastre?, me decía mientras miraba sin ver los retratos y paisajes del ilustre pintor. Habrá que esperar a gente entendida en la materia. Todavía es pronto, me digo. Esperemos, pues.

1.--- De momento, me atrevo sólo a insinuar algunos elementos –incompletos, desde luego— para ser tenidos en cuenta, en el caso de que tengan fundamento, en posteriores reflexiones. Es posible que el insensato proyecto de medidas económicas haya encandilado a millones de personas golpeadas brutalmente por la crisis. La promesa electoral de la creación de 25 millones de empleos –igual hubiera dado si el hombre rubio hubiera planteado cincuenta millones--  puede ser una de las claves. Especialmente   por la vinculación de esos 25 millones de empleos para evitar las deslocalizaciones de empleos a otros países y las medidas anti inmigración. Un vínculo que, además, está en garrulo sentido común de millones de personas del mundo entero.

Algunos nos preguntamos qué cómo es posible que haya tantas almas de cántaro que crean en la propuesta del hombre rubio. En primer lugar, porque esta idea absurda no les viene “de fuera”, llámese del hombre rubio o de los lepenes y asociados del  mundo; viene de la cabeza de cada damnificado. Y hay algo más: así como cuando el desempleo arrecia nadie piensa que le tocará a él, la promesa electoral provoca en el parado el espejismo de que le tocará ser uno de los millones de beneficiados. Es, según se mire, una variante laica de la predestinación religiosa. Los populistas lo saben.

El hombre rubio ha manejado los resortes gástricos del populismo. Ahora bien, ¿todos los votantes del hombre rubio son populistas? ¿Los desesperados por el desempleo masivo, los afectados por las deslocalizaciones –de mono azul y bata blanca—son populistas? Que hayan estado profundamente desacertados no quiere decir que lo sean. Son las víctimas de una situación dramática, cuya salida se propone de modo milagrero, mediante tocomochos caballunos. Por cierto, siempre me ha maravillado que millones de personas no tuvieran en cuenta los ejemplos de estafas de gran o pequeño voltaje, las pirámides financieras, los tocomochos y otras variantes de los engaños de masas. Incluso cuando ocurrían en periodos de tiempo relativamente cortos. De ahí que la pregunta --¿todos los votantes del hombre Rubio son populistas?--  necesita una explicación razonada, porque lo que venimos leyendo, incluso en comentaristas de cierta prosapia, da la impresión que la respuesta es afirmativa.

2.--- No son  pocos los medios de difusión que han adelantado ya que habrá un aislamiento de los Estados Unidos y una desestabilización de los mercados tras la victoria del hombre rubio. Me perdonarán si un servidor ve las cosas de otra manera. Puede haber algún que otro chispazo, pero la sangre no llegará ni la Mississipi ni al Guadalquivir. Esta idea me viene consolidada tras el inteligente análisis de Manel Pérez en La Vanguardia (1).

Dos son los elementos que, a mi juicio, habría que estudiar detenidamente de lo dicho por Pérez. De un lado, el hombre rubio defiende al big bussines y quiere recuperar la fuerza en el mundo de la América corporativa. De otro lado, el jefe financiero de la campaña de Trump, Steve Mauchin,  es un banquero, que durante 17 años, fue uno de los más altos ejecutivos de Goldman Sachs. Algunos medios influyentes, empezando por el Financial Times –la Biblia del parné--  afirman que suena como Secretario del Tesoro. Así las cosas, las turbulencias, si las hubiese, serán controladas, y –si se quiere--  las mínimas para de demostrar  quién tiene la sartén por el mando. Ayer, sin ir más lejos, la Bolsa de Nueva York celebraba la victoria del hombre rubio.

3.---  ¿Qué repercusiones tendrá en Celtiberia y sus alrededores la victoria del hombre rubio? Lo iremos viendo. Ahora bien, las izquierdas celtibéricas y europeas deberían abrir los ojos, quitarse las legañas nacionalistas, centrales y periféricas, y salir del solipsismo de campanario. O sea, dejar de mirarse su ombligo que cada vez es más diminuto.

  

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