martes, 9 de diciembre de 2014

LAS ESTRUCTURAS EMPRESARIALES VERSUS «LAS ESTRUCTURAS DE ESTADO». Por ejemplo, en la sanidad catalana



El Consejero de Sanidad de la Generalitat de Catalunya es un hombre que no se anda con chiquitas. Es, sobre todo, el encargado de llevar a la práctica lo que durante tanto tiempo desearon, desde las franquicias de la política, los grandes intereses del parné. A saber, la privatización de la sanidad catalana. Este caballero no anda con remilgos ni usa de las metáforas de sus colegas de gabinete. Boi Ruiz acaba de declarar que “no imagina” una sanidad basada en presupuestos distintos de los actuales. Los «actuales» son, naturalmente, los que ha diseñado para trasladar la ingente masa financiera de la salud pública a las cuentas corrientes de los privados. Yendo por lo derecho: para ello fue nombrado responsable del negociado por parte del president Artur Mas. Mas pone la metáfora de las «estructuras de Estado» y Ruiz lo traduce –traduttore traditore--   por «estructuras empresariales». Que dicho a lo claro es: del Estado social al Estado empresarial. Y puestos a engalanarnos de metáforas la cosa sería: de la Montaña de Saint Pelerin a la de Montserrat. Así pues, no es una exageración maledicente sacar la siguiente conclusión: Ruiz y compañía quieren una Catalunya independiente donde lo público tenga un zócalo irrelevante.

Pero para que la gran operación alcance plenamente sus objetivos es necesario que cuaje al máximo la reductio ad unum. A saber, el acompañamiento acrítico de la gran mayoría de la sociedad hacia el macho alfa del president que, como la rosa de Alejandría, es soberanista de noche y neliberal de día. Naturalmente esa gran operación precisa de la eliminación del conflicto social. A ello apuntó el eurodiputado convergente Tremosa: «¿Derecha, izquierda? En el siglo XXI el conflicto es más entre la élite extractiva madrileña centralista y las clases medias y populares catalanas». De donde, por lo demás, sacamos otra conclusión añadida: aquí, las únicas élites extractivas son las nuestras.

En conclusión, el aborrecimiento del conflicto por parte de este eurodiputado tiene su lógica: es una interferencia a la reductio ad unum, ya sea por la resistencia que expresa como por la alternatividad que propone. Y, en el caso que nos ocupa, porque imagina lo radicalmente contrario a lo que plantea el consejero de Sanidad en tanto que comisionado de los intereses empresariales en el ramo.  

Radio Parapanda.--  EL LABERINTO GRIEGO



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