lunes, 4 de enero de 2021

Meditaciones desde mi ambulancia (37)


 

Después del fin de semana largo no hay más remedio que volver a la ambulancia. Vamos con tiempo suficiente. A la altura de Arenys de Mar, la Synera de Salvador Espriu,  caigo en la cuenta de que, tras la finalización del rave de Llinars del Vallès, los residuos humanos de dicho fiestorro pernoctaron, en la playa de Arenys, camino de sus madrigueras en Francia, Bélgica y Alemania.

Sabemos de buenísima tinta que la cosa se estaba organizando desde hace tres meses. Nadie captó la operación; fallaron los sensores –si es que los hay--  de las autoridades gubernativas catalanas para conocer e impedir el macro jolgorio. La prensa, además, informa que no menos de 800 personas entraron y salieron durante los días que duró el rave. 800 haraganes entrando y sacando lo peor de sí mismos de aquella catedral fabril que, con las reconversiones sucesivas, se fue a pique. Sólo los vecinos alertaron a las autoridades de aquel despimporren.

La Consejería del Ramo de la Generalitat se enteró cuando ya estaban en plena diversión. A pesar, como se ha dicho, de que se estuvo preparando durante tres meses. Me llena de inquietud que los servicios de seguridad hayan estado en la inopia. Me estoy refiriendo a la lidership de los Mossos de l´Esquadra. Una de las posibles explicaciones de dicha desidia sea que todas las consejerías –y también la del ramo— llevan muchos meses en plena trifulca como expresión de la bronca política por el reparto de la túnica sagrada entre Waterloo y ERC. Y por si faltaba poco la cosa se ha agravado porque, tras la vuelta al puente de mando del mayor Trapero, se han reorganizado todas las piezas del mecano independentista de Interior. Con todo, hay algo más de fondo, a saber: la falta de profesionalidad al mantener un estilo rígidamente burocrático al margen de las variantes que introducía la pandemia. Se ha dirigido al Cuerpo como si estuviéramos en una situación de normalidad.

La orientación del independentismo en exhibir buena gestión como reclamo electoral para la fecha de san Valentín ha sufrido un serio revés. Lo que presume Waterloo se lo tira por tierra ERC. Y viceversa.

Oído cocina: no es cierto que la brillantísima periodista, eminentísima profesional, distinguidísima presentadora Leticia Sabater estuviera presente en el rave de Llinars. No, ella se encontraba en otro rave, organizado en su chalet, en la Nochevieja, tan glamurosamente ilegal como el de Llinars.

 

Post scriptum.--- Don Venancio Sacristán afirmaba que «Lo primero es antes».

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