Los taifas y los fondos europeos
Ayer mismo en este blog hablábamos de la relación entre la
(clica aquí) distribución de
los fondos de reconstrucción y autonomías. Insistimos en ello porque el asunto no es
baladí. Estas reflexiones son, pues, la continuación de los que decíamos ayer.
El presidente andaluz, Juan Manuel
Moreno, no podía estarse callado. Su
andalucismo sobrevenido le obligaba a ello. También opina sobre el reparto de
la túnica sagrada; el resto de los presidentes de las autonomías ha pedido
tanda para ponerse delante de los medios. Habrá empellones por ejercer esa
virtud tan nuestra de colarse en la fila. De momento, Moreno ha dejado dicho, con
voluntad de ser dogma de fe, dos cosas: 1) «El gobierno de España tiene que ser
equitativo en ese reparto», el subrayado es mío; 2) «Andalucía no va a
aceptar que se le dé un céntimo de menos». Estas declaraciones las puede ver el
exigente lector en el suelto de La Vanguardia de hoy Las autonomías toman ya posiciones para acceder a los fondos europeos.
Vamos a llamarle la atención al
presidente andaluz y de paso, gratis et amore, enseñarle algunas cosillas que
ignora o bien aparenta no saberlas. Pero antes le quiero recordar que nosotros
vamos a hablar de «distribución» de los fondos, no de «reparto». Llámenme
pejiguera, pero no es exactamente lo mismo. Recapacite, Moreno, y verá que no
es equivalente.
Vamos al grano sin protocolo: la
distribución de los fondos no puede ser «equitativa», tampoco lo contrario;
aquí no se está hablando de derechos. El concepto de equidad no casa en esta
ocasión, aunque haya quien quiera instalarse en ello. La cuestión es la
siguiente: los fondos tienen un finalismo, a saber, la reconstrucción. Por lo
que esa distribución debe tener inexorablemente, como mínimo, las siguientes
variables: qué se debe reconstruir concretamente y qué prioridades tiene lo que
se debe rehacer. Y comoquiera que la
devastación no ha sido equitativa la
distribución tampoco lo puede ser. Que estas consideraciones choquen con el
populismo es ya harina de otro costal.
Por otra parte, entiendo que Moreno,
andalucista sobrevenido y de barra de mostrador, afirme que Andalucía no
aceptará un céntimo de menos. Declaraciones de manual. El populismo es, en
estas cuestiones del parné, previsible. Como previsible es el hilo regional—populista
de la mayoría de las autoridades autonómicas. Sería el manual del buen taifa.
Naturalmente, Pedro Sánchez hará mangas
y capirotes para gestionar esa complicada situación. En todo caso, le
recordamos que la Unión Europea no le pedirá explicaciones a ningún taifa por
la mala gestión de los fondos. Más todavía, el resultado global de dicha
financiación –si falla— será cosa de Pedro Sánchez, no del índice onomástico de
los presidentes autonómicos que así las cosas se han convertido en jefes de cáfilas.
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