viernes, 24 de julio de 2020

Los taifas y los fondos europeos




Ayer mismo en este blog hablábamos de la relación entre la (clica aquí) distribución de los fondos de reconstrucción y autonomías.  Insistimos en ello porque el asunto no es baladí. Estas reflexiones son, pues, la continuación de los que decíamos ayer. 

El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, no podía estarse callado. Su andalucismo sobrevenido le obligaba a ello. También opina sobre el reparto de la túnica sagrada; el resto de los presidentes de las autonomías ha pedido tanda para ponerse delante de los medios. Habrá empellones por ejercer esa virtud tan nuestra de colarse en la fila.  De momento, Moreno ha dejado dicho, con voluntad de ser dogma de fe, dos cosas: 1) «El gobierno de España tiene que ser equitativo en ese reparto», el subrayado es mío; 2) «Andalucía no va a aceptar que se le dé un céntimo de menos». Estas declaraciones las puede ver el exigente lector en el suelto de La Vanguardia de hoy Las autonomías toman ya posiciones para acceder a los fondos europeos. 

Vamos a llamarle la atención al presidente andaluz y de paso, gratis et amore, enseñarle algunas cosillas que ignora o bien aparenta no saberlas. Pero antes le quiero recordar que nosotros vamos a hablar de «distribución» de los fondos, no de «reparto». Llámenme pejiguera, pero no es exactamente lo mismo. Recapacite, Moreno, y verá que no es equivalente. 

Vamos al grano sin protocolo: la distribución de los fondos no puede ser «equitativa», tampoco lo contrario; aquí no se está hablando de derechos. El concepto de equidad no casa en esta ocasión, aunque haya quien quiera instalarse en ello. La cuestión es la siguiente: los fondos tienen un finalismo, a saber, la reconstrucción. Por lo que esa distribución debe tener inexorablemente, como mínimo, las siguientes variables: qué se debe reconstruir concretamente y qué prioridades tiene lo que se debe rehacer.  Y comoquiera que la devastación no ha sido equitativa la distribución tampoco lo puede ser. Que estas consideraciones choquen con el populismo es ya harina de otro costal. 

Por otra parte, entiendo que Moreno, andalucista sobrevenido y de barra de mostrador, afirme que Andalucía no aceptará un céntimo de menos. Declaraciones de manual. El populismo es, en estas cuestiones del parné, previsible. Como previsible es el hilo regional—populista de la mayoría de las autoridades autonómicas. Sería el manual del buen taifa. 

Naturalmente, Pedro Sánchez hará mangas y capirotes para gestionar esa complicada situación. En todo caso, le recordamos que la Unión Europea no le pedirá explicaciones a ningún taifa por la mala gestión de los fondos. Más todavía, el resultado global de dicha financiación –si falla— será cosa de Pedro Sánchez, no del índice onomástico de los presidentes autonómicos que así las cosas se han convertido en jefes de cáfilas. 


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