1.---
El grupo dirigente del Partido
Popular es, por decirlo de manera caritativa, escasamente solvente y esa
insolvencia le está llevando, desde hace tiempo, a una actuación confusa. Pero,
si dejamos aparte esa virtud teologal de la caridad, habremos de convenir que Pablo Casado y los suyos
son la incompetencia químicamente pura. Habría que retroceder muchos años atrás
para encontrar unos políticos de derechas tan desprovistos de capacidades
políticas e intelectuales. Esta es una percepción que puede hacerse extensiva a
los políticos independentistas de derechas, léase el grupo Waterloo. Primera
consideración: ello no comporta nada a España, sino todo lo contrario.
2.--- El grupo dirigente del PP durante el día
arremete a calzón quitado contra el gobierno progresista; lo hace con unos
tintes tan inquietantes que le hacen ser una derecha derrocante. Durante la
noche, sin embargo, no hace ascos a la necesidad de pactar la política
sanitaria y asuntos relativos a la Unión Europea. Así pues, el PP es un partido
nicodemita. Recuerden, Nicodemo era un fariseo amigo y partidario de Jesús: durante
el día escondía sus ideas y sólo visitaba al Mesías por la noche. Algo parecido
al comportamiento de los marranos frente a la Inquisición.
El
PP, sin embargo, no llegará a acuerdos con el gobierno en materia económica. La
razón del partido marrano es que, si
lo hace, se queda sin bazas de oposición. La novedad es que Casado casaseno se
aísla incluso de la CEOE y del Banco de España. Curiosidad histórica: en los
primeros momentos de los Pactos de la Moncloa el eje Ferrer Salat – Manuel Fraga era ásperamente crítico contra
aquel consenso; ahora Garamendi va por un lado y Casado por la orilla
contraria.
Segunda
consideración: Pedro Sánchez no debería
obsesionarse con la negativa del PP a entrar en las negociaciones sobre el plan
económico. Mejor dicho, su obsesión porque el PP entre en vereda no debería
llevarle a unos acuerdos de chichinabo. No conviene provocar a Unidas Podemos, se supone que su consumo de sapos
tiene un límite. Dígase sin pelos en la
lengua: Pedro Sánchez tiene gran parte de las espaldas cubiertas con la actitud
de la CEOE. Y, habrá que repetirlo mil veces, una de las estrellas de este
momento es la ministra Yolanda Díaz, que tiene
el gen de las luchas sindicales ferrolanas de los años setenta. (En la foto está Suso
Diaz, histórico dirigente de CC.OO. de Galicia.
Sirvan estas líneas de humilde, pero sentido homenaje).
Post
scriptum.--- Ese entrañable cascarrabias de Ferrán
Monegal nos dice en su gacetilla de hoy en El Periódico que «están
bajando los ingresos de Tv3
por publicidad».
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