Guerra de estadísticas
Una campaña electoral sin
estadísticas es como un patio sin macetas.
Estamos en plena guerra de estadísticas. Dicho lo cual, me malicio que
esta pugna no es inocente. Dicho de otro modo: las estadísticas son lucha
electoral por otros medios. Pero podría ser que voy acumulando suspicacias por
encima de mis posibilidades.
Todos saben que esos artificios
expresan una parte de la realidad. Sin embargo, cuando aparecen y se ve que los
nuestros, sean estos los que fueren, tienen un determinado resultado entran
retortijones que ponen en un serio aprieto los intestinos de cada quisqui. Y
fragor de cagalera en otros.
Es del Cromañón y se llama
Albiol
El primer acto electoral del Partido Popular terminó virilmente.
Es decir, con los testículos en la garganta del candidato. Contundente retórica
de hooligang diplomado: «¡A por
ellos!». Un lema de antropofagia política. Tertulianos de garrafón han señalado
que el regüeldo del orador iba dirigido a los independentistas. Pero voces más espabiladas
me han indicado que realmente la cosa iba dirigida a Ciudadanos, que lo va a dejar sin patio de
recreo ni postre. Lo que podría ser un aviso para toda España. Albiol o el Rajoy Chico. Hay que
convenir que, afortunadamente, donde M punto Rajoy pone el ojo indica el fracaso del señalado. Al
menos en Cataluña. De ello nos congratulamos.
Radio
Parapanda.-- https://mechinales.blogspot.com.es/2017/12/soluciones-ahora-iceta.html,
habla Manuel Gómez Acosta.
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