Eppur si muove
Por Manuel Gómez Acosta
Aunque las diversas fuerzas políticas de
la derecha española lo nieguen e incluso parezcan desearlo, sin
embargo, algo se mueve en Cataluña. Las derechas carpetovetónicas
siguen instaladas en una inmovilidad estéril e inoperante, incapaces de aportar
soluciones a los problemas territoriales de la nación española, al
mismo tiempo parece como si intentaran poner palos en las ruedas para dificultar
una recuperación económica que no podrán liderar.
El relato secesionista se desvanece poco
a poco, ya nadie grita que España ens roba, el anuncio
de los indultos debilita el victimismo y el griterío denunciando la no inversión en infraestructuras con el
que el Estado castigaba a Cataluña se diluye como azucarillo en agua caliente.
Al Govern nunca le interesaron demasiado las infraestructuras, poco invirtieron
en ellas y cuando lo hicieron, peor las gestionaron: el Eix Transversal, la línea 9 del metro
de Barcelona, el canal Segarra-Garrigues, aeropuerto Lérida-Alguaire... son algunos
ejemplos de lo dicho. Lo que en realidad les interesaba era su
instrumentalización para alimentar el victimismo y activar los agravios
comparativos. Unos Governs que invirtieron muy por debajo de la media de otras
CC.AA. y que siempre tuvieron de las infraestructuras una visión de negociado del
3%.
Ahora que el Gobierno activa de forma
generosa las inversiones en infraestructuras en el Principat, se da la paradoja
de que el Govern no sabe qué hacer, queda descolocado. A la ampliación aeroportuaria del Prat responde
con mesas de diálogo y grupos de trabajo, en un claro intento de marear la
perdiz y evitar tomar decisiones. El Govern califica la mayor inversión en
infraestructuras ferroviarias en Cataluña (Pla Rodalies 2020-2030) como
invasión de competencias y hace sordina de los avances del Corredor MED,
en realidad nunca les interesó demasiado.
Con la posible aplicación del indulto a
los líderes condenados del procés las cosas se complican aún
más para el secesionismo radical y las derechas carpetovetónicas. El indulto debilita el
relato victimista. Nadie ha explicado mejor que la intransigente
lideresa Paluzie, la
utilidad inteligente del indulto: "acentúa las contradicciones del bloque
independentista y desmonta la estrategia internacional del procés".
Al deterioro del relato secesionista se suma las declaraciones del viejo patriarca Pujol,
que suponen una descalificación a la deriva independentista de los últimos 10
años, a los que califica de años perdidos.
Algo se mueve también en el tradicional
combate por el control de la gestión de la Catalunya S.A. y
sus presupuestos, asistimos al espectáculo de ERC asaltando el tradicional
poder que Convergència ha ejercido durante décadas en la sociedad catalana.
Un nuevo president de
ERC con genes convergents, decide que ha llegado la hora
del pragmatismo, están en juego cerca de 30.000 millones de euros de
proyectos empresariales financiados por los Next Generation EU que pueden llegar a
Cataluña en los próximos años. El gen convergent de
Aragonés García le lleva a intentar aparecer como el interlocutor con el mundo
empresarial, los próximos días en las Jornadas del Cercle d’Economia visualizaremos
este intento de aproximación. El president ya se ha disculpado
con la presidencia de Volkswagen para intentar recuperar las opciones de la
ubicación en territorio catalán de las baterías de litio y se aproxima a
grandes del Ibex como Iberdrola, Naturgy y Enagás ofreciendo a
Cataluña como espacio vital para el Corredor Mediterráneo del
H2. Es la gran oportunidad que ERC esperaba durante décadas, ocupar el
espacio convergente.
No será fácil para el president vencer
las reticencias internas de algunos montaraces seguidores y sobre todo la
confrontación épica con las huestes de JxCat donde conviven restos del pasado
convergente de clientelismo y coche oficial con la carcunda carlista
del pujolismo. El recorrido del actual Govern será sinuoso, un verdadero
campo minado por la estrategia del partido del “cuanto peor, mejor” dirigido
desde el palacete de Waterloo. Difícil desarrollo de una legislatura
con recorrido incierto y con presupuestos prorrogables desde
el 2016 lo que limita muy gravemente la capacidad y el margen de maniobra de la
gestión presupuestaria del Govern y puede dificultar la llegada de los fondos
europeos.
Nos esperan dos años cargados de tensión
donde la coyuntural alianza de gobierno entre ERC con JxCat
será sometida a prueba y bombardeada por tierra, mar y aire por el mariscal
de Waterloo, bajo vigilancia y marcaje férreo de las huestes cupaires aliadas del mariscal. Los comuns volverán
a llamar insistentemente a la puerta de ERC, que continuamente viene
propinándoles portazos, con el objetivo de tener algo de relevancia en el
Parlament e influencia en el Govern, a cambio de ofrecerles su colaboración
para una posible alianza en el Ayuntamiento de Barcelona.
Por último, pero no lo menos importante,
la batalla de Barcelona, donde el secesionismo puede volver a
perder y el PSC tendría
la oportunidad de gobernar Barcelona desde el maragallismo.
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