domingo, 28 de marzo de 2021

Madrid, pronósticos con flagelo


 

No esperen a que sea demasiado tarde para leer el artículo de Enric Juliana, hoy en La Vanguardia. ´Madrid, distrito diferencial: unidad de las derechas para batir a Sánchez´, un potente titular que es, a la vez, continente y contenido (1). Ni Juliana es amigo de tremendismos, ni el medio practica la prensa de tabloide, de manera que no echen lo que se dice en saco roto. El tema: las próximas elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid.

Las costillas del artículo son éstas: habrá una fuerte movilización del voto conservador ante la cita electoral del 4 de mayo; corrimiento de amplios segmentos de voto tanto de Ciudadanos como de Vox hacia la candidata del Partido Popular, Isabel Diaz Ayuso; y, en consecuencia, victoria aplastante de la derecha o –dicho de otra manera más áspera--  derrota sin paliativos de la izquierda.

 

Sabemos que ´todo empezó´, hace ya muchos años, con aquel tamayazo subvencionado generosamente por el mardito parné. Pero hasta la presente nadie nos ha dicho por qué la izquierda lleva tanto tiempo viviendo sin vivir en ella, queriendo unos –y aparentando querer otros— gobernar la Comunidad y desfallecer en el intento.

Enric Juliana hace una aproximación de las ventajas que los sucesivos gobiernos madrileños, además de forrarse sus bolsillos, han procurado para la ciudadanía. O lo que se ha querido ver como ventajas: libertad de horarios comerciales, uber versus taxi, la política fiscal más benévola … Que, según el autor, ha ido construyendo una  especie de «hecho diferencial madrileño» que –andando el tiempo, digo yo— podría generar su propio procés y su propio derecho de decidir. Con todo, lo que sí podemos apreciar, de un tiempo a esta parte, es que Madrid constituye una behetría que limita con España por los cuatro costados.

 

De producirse los pronósticos sería demoledor el golpe que se daría al gobierno progresista. De entrada --dispensen que yo también entre en el terreno de las suposiciones--  la conllevancia de los socios en el gobierno se iría empequeñeciendo, y al entrar irremisiblemente en zona tórrida electoral reaparecerían las navajas de Albacete. Presumible derrota del gobierno, aparición de un ciclo largo de la derecha, paralización de los derechos de ciudadanía recientemente conseguidos.

En todo caso, vale la pena recordar que los pronósticos sólo son pronósticos, y que definitivamente la astrología no tiene estatuto de ciencia, ni teórica ni aplicada. Pero, algo sigue sin resolverse: ¿por qué la izquierda madrileña no ha sido capaz todavía de gobernar la Región? Lo que equivaldría a lo siguiente: por qué resultan más atractivas las realizaciones de la derecha que las de la izquierda a la hora de depositar el voto?

Oigan, si yo lo supiera –aunque fuera medio aproximadamente--  les daría un anticipo. Sólo les puedo decir que «lo primero es antes». Pero eso, siendo necesario, parece que no basta.  Parece que necesitamos a que don Benito nos diga qué es este Madrid. Pérez Galdós, naturalmente.

 

1)          

Madrid, distrito diferencial: unidad de las derechas para batir a Sánchez...

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