lunes, 10 de febrero de 2020

«Esto va de ERC o de PSC»




Ya se ha dado informalmente el pistoletazo de salida de la campaña electoral catalana.  «La legislatura está acabada», declaró el diligente Quim Torra, tras conocer que había sido desposeído de su condición de diputado al Parlament de Catalunya. A partir de ahora hay barra libre en el mostrador de la política. Como substrato, ahí está la encuesta de La Vanguardia que comentábamos ayer mismo. Y, justo ayer mismo, saltaron las chispas en sendos actos independentistas. Los de Waterloo atacando el «pragmatismo mágico» (sic) de los de Junqueras. El segundo de ERC, Pere Aragonès, tirando con honda, sentencia: «Esto va de ERC o de PSC». Es algo más que una pulla, es un rejón en todo lo alto. Pero, al mismo tiempo, es la constatación de lo que indican las principales tendencias: Esquerra sería la ganadora de los comicios, seguida de los socialistas de Miquel Iceta. Los herederos, por línea directa o colateral, de aquella Convergència pujolista se irían consolidando en posiciones minifundistas, cada vez más lejos de eso que se llama ampulosamente «centralidad política». Ni siquiera el hipotético recurso a la figura de Carles Puigdemont –según la encuesta--  les sacaría de un apuro. Me malicio que esta es otra consecuencia del procés.  Y aún diría más: parecería que la condición para reanudar el «lo volveremos hacer» (con la reserva mental “de otra forma”) es reducir a Waterloo a la mínima expresión. O a convertirlos en sujetos ancilares de ese «pragmatismo mágico» que combaten ahora.

Para colmo el diligente Torra tuvo que escuchar, mayormente angustiado, que sus íntimos adversarios republicanos afirmaban con desparpajo que eso del mediador internacional no era una condición insalvable. Por lo que realmente el pragmatismo de ERC no sería ´mágico´ sino aproximadamente realista. Es realista en comparación con los dislates de los post post post convergentes. Pero no en función de la realidad del mundo de nuestros días. Pero, en fin, con esa harina se hace el pastel. Una harina que no es candeal, pero es lo que hay.

Post scriptum.---  La foto de arriba no guarda relación con este escrito. Entiéndase, no obstante, que es un recuerdo a la figura de Antoni Gutiérrez Díaz. Un recuerdo que es, además, un homenaje a su figura. 

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