miércoles, 25 de septiembre de 2019

Sugerencia a las izquierdas




Aunque pueda parecerlo no me he caído del guindo. Lo digo porque entiendo que todavía hay una posibilidad de que las fuerzas de izquierda hagan una campaña electoral (cada cual la suya, lógicamente) constructiva, sin sangre. Mejor dicho, esa posibilidad hay que trabajarla mediante la luz del entendimiento. Insisto, no me he caído del guindo. Para trabajar esa posibilidad sería conveniente prestar atención a las palabras que Sófocles pone en boca del Corifeo en su famosa tragedia Ayax: «Las palabras duras, aunque estén cargadas de razón, muerden». Digamos, pues, que si se desprecia tan sabio consejo la campaña electoral entre las tres izquierdas puede convertirse en el campo de Agramante: Ciego tú, tuerto yo. Olvídense, sobre todo, de la tradicional formulación «mors tua, vita mea», que siempre presidió las relaciones de las gentes de babor.

Las tres izquierdas: el PSOE, Unidas Podemos y las candidaturas de Íñigo Errejón, que entran en tromba en la campaña tras los protocolos con Compromís y la Chunta Aragonesista. Si estas organizaciones entran a degüello entre ellas nadie saldrá beneficiado. Esta enseñanza de la historia es tan contundente como siempre fueron prestos a olvidarla. Con lo que pasa a primer plano lo que pide el cuerpo por encima de lo aconsejable. Pero, ya se sabe, en las izquierdas no es infrecuente que la razón que viene de la cabeza se vea interferida por la sinrazón de la bilis. La bilis como linfa nutriente de la izquierda: comerse los higadillos los unos a los otros.   

Una «campaña electoral constructiva», hemos señalado más arriba. En la que cada cual ponga énfasis en su proyecto. Reparen las tres morillas de Jaén –Axa, Fátima y Marién--  en la ausencia de proyecto de la izquierda ante la crisis de 2008. Una crisis potente que abrió en canal a las izquierdas. Pues bien, están apareciendo indicios de que vienen mal dadas para la economía. De ahí que las izquierdas –ahora suficientemente avisadas— compitan entre sí (y contra las derechas de caspa y brillantina) con programas creíbles, factibles, para prevenir la crisis. Desde la isla mayor del archipiélago de la izquierda a las menores. Sigan, pues, el proverbio de los antiguos albañiles de la Vega de Granada: «Las piedras grandes sin las pequeñas no forman nada sólido».

Propuesta heterodoxa: que las tres izquierdas hagan una declaración conjunta de arranque de la campaña electoral llamando a combatir la abstención. Y, a continuación, cada uno por su lado.  Cierto, es una propuesta heterodoxa, pero infinitamente mejor que, tras las elecciones, la competición fuera dar lanzadas a moro muerto.

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