Hasta
hace bien poco se iba a las investiduras del presidente del Gobierno con las
cosas atadas o razonablemente atadas. Sin embargo, ha aparecido una novedad: ahora
se va a la investidura con las cosas no sólo desatadas sino experimentalmente desatadas
a ver qué pasa. La voz pejiguera de Eugenio d´Ors –también llamado Xenius--
aconsejaba que los experimentos debían hacerse en casa y sólo con
gaseosa. (Un camarero destapó una botella de champán con tan poca pericia que
puso pingando la elegante vestimenta del escritor). Conclusión provisional: ir
a una investidura a ver qué pasaba podría ser irrazonablemente arriesgado.
Unai
Sordo viene insistiendo en que Pedro
Sánchez forme un gobierno de coalición con Podemos, apoyado por una suficiente
mayoría parlamentaria. Plena coincidencia con UGT. O sea, el sindicalismo confederal español, que
es independiente pero no indiferente, está reclamando dicho gobierno de
coalición.
Tengo
la sensación de que algo se está moviendo. Las recientes palabras de Pedro
Sánchez afirmando que Podemos es «socio prioritario» no sólo, en mi opinión,
intentan calmar los nervios en can Iglesias y parecen indiciar que, más pronto
que tarde, se concretará esa sociedad. No seremos los únicos en celebrarlo.
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