Habla el profesor Gregorio Luri:
«El partido nazi distribuyó ampliamente por toda
Alemania la imagen de esta niña, presentándola como la perfecta niña aria.
»Sin embargo, era judía.
»Un día se presentó en casa de Jacob y Pauline Levinsons
un fotógrafo que les pidió permiso para hacerle una fotografía a su preciosa
hija. Aceptaron sin saber que el fotógrafo la enviaría a un concurso organizado
por el Ministro de Propaganda, Joseph Goebbels, con el objeto de seleccionar al
bebé alemán que mejor representase a la raza aria.
»Al reconocer a su hija en las imágenes de propaganda
y temiendo lo que pudiera ocurrir, Pauline le confesó al fotógrafo que eran
judíos. El fotógrafo le contestó que ya lo sabía, pero que su intención había
sido "ridiculizar a los nazis".
Los nazis nunca se enteraron de quién era realmente la
niña. Pero nosotros sí, y conviene recordarlo».
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