lunes, 4 de julio de 2016

Las pensiones: barruntos y cavilaciones




Las calores que nos agobian no ayudan a la seriedad de nuestros barruntos y cavilaciones: darle al abanico no ayuda a meditar, al menos en mi caso. De manera que vayan con cuidado a la hora de dar por bueno lo que se dice en este ejercicio de redacción.

Parece evidente que la derecha sabe lo que quiere y sabe cómo hacerlo. Es posible que las izquierdas sepan lo que quieren, pero dan la impresión de que no saben de qué manera hacerlo. (Una primera cautela: no den por bueno gratuitamente este planteamiento, las calores son malas consejeras).

Las derechas se presentan en España, salvo algunas excepciones periféricas, unidas y aproximadamente compactadas. Son una importante coalición política, económica y mediática en su sentido más amplio. Las izquierdas, contrariamente, son un conjunto de retales que no acaban de conformar un vestido adecuado. (Segunda cautela: pongan esto también en solfa, porque el exceso de temperatura provoca jamacucos intelectuales).

De un tiempo a esta parte las derechas políticas, económicas y culturales están influyendo en amplias capas de la ciudadanía. Más todavía: están enraizándose –en el sentido que Karl Polanyi hablaba de enraizamiento-- en esos sectores. No consta, sin embargo, que los valores –lo que se ha entendido tradicionalmente por valores— que la izquierda intentó transmitir estén a la altura de confrontarse con aquellos. (Tercera cautela: tomen con prevención este barrunte, porque todo es incertidumbre).

Así las cosas, las derechas sacan pecho, mientras las izquierdas se pasan la vida arreándose patadas en el escroto. (Esto, desgraciadamente, no es un barrunte sino la constatación de algo tan real como que la suma de los cuadrados de los catetos es igual al cuadrado de la hipotenusa).

Última cavilación: pase lo que pase en los estados mayores de las izquierdas, una vez transcurridas estas calores agobiantes, las izquierdas deberían ensayar un experimento. Que sería el siguiente: al menos en algunos puntos sensibles para la población –pongamos que hablo de las pensiones--  deberían pergeñar un proyecto común a defender conjuntamente. Si cada cual va por su lado, y contra su vecino, las derechas de ayer y hoy se saldrán con la suya. (Nota bene: esto tampoco es un barrunte, ya lo saben ustedes). 

Radio Parapanda.--  A propósito del necesario análisis electoral y de las consideraciones al respecto de José Luis López Bulla y de Albert Recio.  Escribe Isidor Boix. 



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