Sorprende que Matteo Renzi se haya hecho con la dirección del Partido
democratico. Más todavía, es realmente asombroso el importante
apoyo que ha tenido en las primarias de dicho partido. Su abultado triunfo no
se explica, a mi entender, por una conspiración de los grupos dirigentes. Aquí
hay algo más. Tal vez no sea tan exagerada la opinión de ese quisquilloso de
Fausto Bertinotti cuando machaconamente insiste que en el Pd se ha producido
una «mutación genética». Que Bertinotti arrime el ascua a su sardina no
contradice lo que afirma. ¿Cómo explicar las declaraciones de Renzi a la
revista Il Foglio del 8 de junio de
2012 (www.ilfoglio.it/soloqui/13721).
Desparpajadamente afirma: «Demostraremos
que no es verdad que Italia y Europa han sido destruidas por el neoliberalismo,
sino que por el contrario el neoliberalismo es un concepto de izquierda y que
las ideas de los Zingales, Ichino y Tony Blair nos pueden quedar marginadas en
la identidad de nuestro partido sino que deben ser su corazón». En ese sentido,
quienes desde la cumbre del Partido democratico aceptaron encantados de la vida
la candidatura de Renzi y los que masivamente le apoyaron no pueden ignorar las
intenciones programáticas de su nuevo líder, anunciadas medio año antes de su
victoria en las primarias. Máxime cuando Renzi va de cara y sin tapujos: «El
neoliberalismo es un concepto de izquierdas». Por lo demás, este caballero ni
siquiera se ha tomado la molestia de argumentar su bombástica frase. No hace
falta, traslada a la audiencia su dogma con la plena convicción de que será
asumida sin discusión.
Un personaje tan poco sospechoso de izquierdismos como
Emmanuele Macaluso ha explicado las razones de la rapidez vertiginosa con que
Renzi descabalgó a Letta (de su mismo partido, florentino como él, ambos ex
demócrata cristianos y hombres de misa dominical): «En las próximas semanas se
procederá a nombrar la dirección de cincuenta grandes empresas públicas (ENI,
ENEL, Correos y otras redes industriales estratégicas», http://www.formiche.net/2014/02/15/renzi-sara-protagonista-nelle-nomine-dei-manager-stato-parola-emanuele-macaluso/. O, lo que es lo mismo y cosa sabida, el
renzismo está apoyado por un importante bloque de intereses: rentas financieras
e inmobiliarias, las grandes empresas protegidas por el estado (desde la banca
a Mediaset, la energía y las telecomunicaciones), esto es, hereda un bloque
importante de los intereses de Berlusconi.
Más todavía, mis amigos italianos me insisten en una
cosa: Renzi mira preferentemente a la city de Londres y sus intereses no pasan
preferentemente por Europa. Y, peor aún, los intereses de los países del Sur de
Europa le traen sin cuidado. De manera que, además, provocaría una cesura en el
hilo conductor de las mejores políticas italianas.
En ese orden de cosas, ¿cómo afrontar la gigantesca
propuesta que han hecho los amigos italianos de la CGIL del Piano del Lavoro, http://lopezbulla.blogspot.com.es/2014/02/crear-trabajo-para-dar-futuro-y.html? Esperemos las conclusiones del próximo congreso de la CGIL.
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