martes, 24 de mayo de 2011

UN PESPUNTE SOBRE EL DESALOJO DEL 22 DE MAYO



Luciano Lama, el prestigioso dirigente sindical italiano, insistía enfáticamente que, cuando el sindicalismo se corresponsabilizaba de los sacrificios en tiempos de crisis, debía pedir como contraprestación un incremento de poderes e instrumentos. De ese modo, afirmaba, se podía paliar los efectos de la crisis y, además, estar en mejores condiciones posteriormente. Éste era uno de los puntos clave del reformismo lamiano.


Por el contrario, los planteamientos y las imposiciones del presidente Zapatero han sido: los trabajadores deben asumir sus responsabilidades en la crisis y, como colofón, a sus sacrificios hay que añadir la eliminación de instrumentos y poderes. Es lo que ocurrió hace meses con la mal llamada reforma laboral que, como una garlopa, cepilló algunas paredes del iusindicalismo y del Derecho del trabajo.


Pues bien, en el caso de Lama cabía la posibilidad de plantar cara a la crisis y los sacrificios fueran (desigualmente, eso sí) repartidos, y tras la salida de aquella el sindicalismo confederal manejaría más poderes e instrumentos. En la práctica zapateriana los sacrificios se han impuesto unilateralmente al conjunto asalariado. De modo que en la crisis estamos con menos instrumentos y, como éstos se mantienen posteriormente, la pérdida de ellos seguirá en la fase post crisis.


Así las cosas, podemos convenir que la gestión de la crisis se ha hecho con un gobernalle que agresivamente significa una profunda discontinuidad –más bien, una cesura-- de la izquierda. De ahí la estampía de los votos hacia otros horizontes. Más todavía, también se ha operado la ruptura del pacto de fidelidad de una buena porción del electorado hacia el Psoe. Por cierto, ha sido una hecatombe de tales proporciones que también se ha reflejado en las elecciones municipales; este es un detalle que todavía no he visto reflejado en parte alguna. La gestión municipal castigada severamente por algo que no es de su responsabilidad.


Punto final. Aprovecho la presente para felicitar al amigo Ramón Gorriz que ha sido elegido miembro de la Comisión ejecutiva de la Confederación Europea de Sindicatos. En su honor suena la jota, cantada por el viejo
José Oto, una gentileza de Radio Parapanda.


No hay comentarios: